viernes, 30 de diciembre de 2011

3...2...1 BOOOOOOOOOOOOOM


Explota 2011. Tras él, otro año, otras cuatro estaciones, cúmulos de errores VS décimas de aciertos, tu vida, mi vida, es sólo un paso más hacia la nada o hacia el todo. Hacia donde puedas ir. Hacia donde quieras ir.
Tú y yo estamos, partidos, enteros, amados, desengañados, contentos, agrios, drogados, sanos, cuerdos, perturbados, ricos, pobres, agotados...Pero la palabra clave es estamos, y afirma que no está todo perdido si seguimos caminando.
Y no seremos aquel de ojos sin vida que espera en la parada al autobús nº 11, porque ya no pasará, porque esperando se morirá de frío. 
Vivir en el ayer es el error del hoy. No existe el destino, son tus manos las que juegan las cartas. Eres el crupier de tu casino. Cobra, juega, folla, gasta pero sobretodo gana.
Todo empieza cada minuto que nace. Todo es ahora. Mañana ya es tarde.
No guardes tu As bajo la manga. Los muertos no saben jugar a las cartas.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Casa de lenocinio





Quiero evitar los ruidos que alguna vez fueron palabras.
Es la evocación de algo, es la linea que babea la ausencia como el caracol en la ventana dejando su estela blanca. Lo nefasto es que las marcas poco a poco  carcomen el terreno, lo que fueron leves huellas van tornando a mares de profundas aguas en demasiada calma. 
No quiero prostituir mi tiempo a cambio de nada. No quiero seguir vendiendo mi día hacía un fracaso de noche, olores y ventanas cerradas. 
En realidad, mi buen deseo sería, que todos dejásemos de ser prostitutas de un mundo que dejó de ser redondo para convertirse en una gran esquina hace tiempo, en la que todos, mercaderes, comerciamos con algo nuestro, a cambio de algo ajeno o por "nadas" de colores.
 Y mientras gano o pierdo va llegando la navidad y con ella el fin de algo, pero todo seguirá igual que ayer, hace un tiempo o el sábado, y yo como Alicia en su país de maravilla, empequeñezco sin tomar la galletita mágica y escarbo en el suelo un hueco donde no sólo meter la cabeza si no el cuerpo entero. Y creo que desaparezco y que todos los días pasarán menos lentos.
Pero no siempre fue así, me gustaba cuando todo era diferente, cuando éramos demasiados ingenuos como para creer en la magia y bla bla bla demás sueños. Cuando no nos hacía falta plantearnos la esencia de nada, porque no era necesario, la esencia era una ilusión tonta pero sin sabor amargo. Me refiero a cuando aún te hablabas con tu primo, o cuando todavía soportabas a tu hermano, cuando tu madre estaba viva, o tu padre no se olvidaba de todo, cuando había abuelos arrugados sonrientes, o cuando eras tú el motivo de poner un árbol adornado, aunque no significase nada, aunque fuese parte de una farsa comercial que iluminaba algo, cuando veías a los seres cercanos aún soportándose sin obligación ni castigo, y cuando comerse las 12 uvas era el mayor reto del mundo y ver al abuelo atragantarse, lo más gracioso.  Cuando no había asco hacía este mundo proxeneta y aún no eras una puta a su comercio.
Entonces todo tenía un agradable olor a algo que no sabías ponerle un nombre, porque aún no conocías apenas significados en el diccionario, y daba igual porque eras feliz o algo parecido, porque no hacía falta comprender el porqué de todo, porque el todo, era eso.


Igualmente, mejor, peor o invisible, feliz navidad :)



domingo, 11 de diciembre de 2011

Ecuación




De escenario, paredes alicatas, un reloj varado, un hornillo sucio, un frigorífico cansado, una mesa, alguna silla. De olor, un pequeño tufo a  manzana podrida, un fuerte aroma a estofado cortesía del patio vecinal, olor a detergente marca blanca, desaparecerá en el momento que la ropa deje de estar mojada. Mucho asco y alcantarilla. 
De sonido, orgías peatonales, coches en marcha, cuchicheos en megáfono, música comercial, un televisor de fondo, quizá dos. Podría escucharse el canto de los pájaros, pero son demasiado insignificantes para el mundo como para dejar espacio a su piar. 
Y sobre las losas de la cocina se encuentra él, que no provoca otra cosa que  pena, es huesudo, blancuzco. Siempre calmoso. Se llama Carlos y tiene 14 años. 
Su padre, Lorenzo, se encuentra en la habitación de matrimonio follando con Mariana, la carnicera, casada con Julián, el barrendero, que después de 19 años limpiando mierda en las calles, no  ha sido capaz de raspar la basura de su propia casa.  
Julián peca de minipene. Mariana peca de grandes tetas.  Lorenzo peca de mucha experiencia en comer coños.  Lo bueno de los barrios es que todo queda en los barrios. Y todas las mentiras son ecuaciones resueltas por el método de igualación. 
La madre de Carlos, Antonia, se encuentra empotrada en una habitación auxiliar, respirando a través de máquinas traidoras que no la dejan marchar. Antonia y su cuerpo casi no existen, pero están. Antonia vive desde hace 4 años en muerte cerebral. Antonia quiso limpiar lo innecesario de las persianas que dan a la calle, un traspié  la hizo caer desde un tercero, pero el coche de Perico el bombero amortiguó su caída. Por desgracia para Antonia vive en un país el cual prohíbe la muerte asistida, pero consiente vivir en pena de muerte. Por desgracia para Antonia su marido es un cobarde.
A Carlos le entristece pensar que pronto dejará de ser un niño, porque le repugna convertirse en un adulto. Carlos sabe todo lo que pasa en su casa, en su barrio, lo sabe porque observa, porque es inteligente y piensa demasiado. Lo que nunca imaginó es que acabaría ocupándose de cambiarle el pañal de mierda a su madre, mientras su padre gasta lo que podría costar una asistenta jugando a las cartas en el bar.


Carlos ha cerrado todas las ventanas de la casa, es el momento de dejar de oír. A Carlos siempre le gustó el color del butano. 
Y Carlos abre el gas. 


(Texto inspirado en Alástor y en sus bombones de butano,  feliz cumpleaños)

viernes, 2 de diciembre de 2011

Quemarlo todo



Imagen: Imilce


He calcinado el mundo. El mío.
He quemado los muebles, la ropa, los cimientos.
He prendido fuego a todo terminando en mí misma.
Y me he sentido bien dentro de la llama. Me he sentido ardiente, viva. He dejado de sentir el frío que inundaba mis huesos. Mis entrañas han entrado en un calor dulce como un beso colmado de amor tan puro como la droga en su mata.
He quemado la migraña, el desazón, la mentira. Sobre todo he quemado la rabia.
Y poco a poco se ha ido convirtiendo todo en cenizas blancas, limpias, brillantes. Claras.
En cenizas bellas que ya iluminan el suelo raso.
Ahora yo y el Todo somos una armonía sincronizada, somos el acorde natural del número cero. La paz de la nada acompasada con el silencio más divino ante cualquier palabra.
El sol ilumina el escombro convertido en una pletórica de belleza. Es la hermosura de la destrucción propia consentida. Es como la imagen de una bomba nuclear al estallar. Es el boom convertido en melodía del violín mejor tocado. Es la noticia de una muerte, al lado de una vida.
Y nada puede ensuciar estas cenizas blancas. Y nadie puede componer los restos, porque nunca más serán lo que fueron y sin embargo nunca dejarán de serlo, sólo yo y mi tiempo tenemos el poder de forjar de nuevo. Sólo yo lidero, aunque ya terminó el duelo.
Y todo es tan puro, tan bello, que sin haber muerto, me siento viva de nuevo
Y ya no hay cimientos que estorben la vista. Ahora puedo ver el cielo.



miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Y a ti?



Se pasaba la vida en el bar de moda, en la tienda de marca, en la cama de resaca.

Se pasaba la vida perfeccionando la imagen, el espacio.

Se pasaba la vida juzgando "males" ajenos. Alagando "bienes" propios.

Se pasaba la vida ahorrando para un coche mejor. Para una casa más grande.

Se pasaba la vida mejorando una cultura de lata.

Se pasaba la vida follando sin ganas. Comiendo sin hambre.

Se pasaba la vida viendo sin mirar. Oyendo sin escuchar.

Se pasaba la vida hablando, hablando por hablar. Hablando sin saber, hablando sin decir.

Se pasaba la vida trabajando infeliz, asintiendo, atrofiando cerebro.

Se pasaba la vida en el gimnasio, en el dietista, en la consulta de médico, en el coche, en el váter cagando comida basura, en el centro comercial consumiendo, en el banco suplicando.

Se pasaba la vida maquillando un chiste malo.

Se pasaba la vida sonriendo sin reír.

Y un día, se le pasó la vida.

   

miércoles, 23 de noviembre de 2011

No hay



Las sábanas se separan y van abriéndose poco a poco, recordando que es de día otra vez... 

Y despertar sabiendo que las paredes ya no son montículos de arena únicamente aire.
Despertar y saber con la mayor certeza que todo es mentira.
Despertar para ver que después de tanto tiempo no se hizo nada.
Despertar y saber que el mundo se partió bajo los pies hace mucho, y la grieta prospera a cada espiración. Y ni siquiera sentir ya miedo.


No hay nada que pueda limpiar bien las sábanas de recuerdos. Ni el ácido que descompone y sin embargo no borra.
No hay nada tan frío como despertar y sentir que alguien abraza tu cuerpo, y aún así la soledad sigue inaplazable en la cama.
No hay vacío como despertar sabiendo que nada ocupa el hueco de la marcha.
No hay peor castigo que no saber olvidar.

lunes, 21 de noviembre de 2011

de puta madre



Ayer los votantes “decidieron” y hoy la España que solventa destila orgullo. Durante un tiempo tendrán a los rojizos escondidos bajo tierra, así que la derecha puede correrse de alegría al menos por 4 años.
No voy a repetirme, hoy la política me agota más que nunca y ya he leído en los blog que merecen la pena todo lo que opino. Pero no podía faltar aquí mi pequeño grano de arena hacia: "LA DECISIÓN".
Me da angustia pensar que la coherencia española ha caído muy por debajo de la media. Ya estábamos jodidos siento pelota de tenis en un partido a dos bandas, ahora chocaremos contra la pared unayotravez golpeados por una única raqueta, y es que la abrumadora mayoría  simplifica el juego tantísimo que las posibilidades se han empezado a estrangular desde el minuto cero de ayer. 
Tampoco voy quejarme demasiado, mi opinión sobre política sobresale de las opciones que habían, pero sinceramente, esperaba algo más de resistencia y lucidez, al menos por los votantes obreros que ya pueden empezar a apretar el culo. Pero tranquilidad, todo lo que entra, sale.
En fin, que hoy llueve, el cielo llora, pero de alegría, evidentemente. Porque aunque la lluvia sea transparente, todos saben que hoy se ve más azul que nunca. Y es que no hay nada como saber engañar a la mente. Y aquí en España lo hacemos de puta madre.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Conjugándonos



Tú eres noticia pasajera.
Yo soy fruto marchitando.
Él es futuro lejano y acabará en pasado olvidado.
Nosotros no seremos nada dentro de los años que no superen las dos cifras.
Y ellos no serán más que ceniza sobre nuestro polvo.

Pero sin embargo ella se mantendrá imperecedera, haciendo hueco en sus entrañas para tragarnos a todos.
Porque somos la grasa que ceba la tierra. Porque somos su materia rica en vitaminas. Porque somos la bencina que la hará prender.
Pero posiblemente nunca seamos capaces de ver cómo arde. Porque ante todo, somos ciegos.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Abstracto II (Física)





Espacio
En plástico, en una caja transparente de plástico duro. En canal, de pecho a monte te vaciaré entera. Y no quedará en ti más que un hueco frío. El descolorido, tú.
Y yo reté tu frialdad con mi silencio, sabiendo que yo venía vacía de antaño. Que no podrías llevarte más que mi despojo. Sacaré de ti tu último soplo. Meteré todo tu interior en la misma caja donde guardo la ropa de verano, donde almaceno el calor que odias. Debajo de mi cama, junto a tus primaveras frustradas, donde follaré con otras mientras me deleito con tu cara. Y me reí, y entonces tú callaste vil. Estaba tranquila, no podrías llevarte nada. Estabas tranquilo, sabrías remanar el río, para conseguir llevarte mi agua.
Tiempo
Y un día ya no estabas, y la mañana apareció igual que la siguiente. Y la noche se rebautizó así misma al oscuro. Y la mesa, la cama, el mundo continuaban como siempre raptados. Nada había cambiado, y todo era distinto. Te fuiste y no mutó nada más que mi cuerpo desahuciado. Los días sumergidos a la deriva navegaron por la lava del subsuelo.
Materia
Marchaste con mi interior envuelto de olor a ropa guardada, mis vísceras robadas, mi mente lobotomizada y mi corazón plástico. Pero lo que más eché de menos fue el juego y la amenaza. El riesgo. Lo que arde, igual llama que ceniza. Y con la soledad se cerró sobre mi un caparazón protector a la intemperie, un recubierto hueco que recubría otro interior vacío.
Energía
Y llegó la luz... y extirpé el cáncer de tu sombra de mis entrañas desiertas. Con la termodinámica* de mi cuerpo conseguí quebrantar la capa podrida que teñía mi hacer. Y planté de nuevo un corazón y una enredadera de intestinos en el jardín, en cápsulas de aire semillé pulmones. Y compuse sangre nueva en melodía, por último activé el ON del raciocinio.
*Termodinámica( termo, que significa "calor" y dínamis, que significa "fuerza")

Interacción
Todas las partículas se unen de nuevo, el cuerpo vuelve a su forma y queda listo para el siguiente experimento. Preparado, curtido. Más sabio.

Esto intercala y completa: Abstracto I (Química)

lunes, 7 de noviembre de 2011

Coloide




Despierta dentro de un contenedor de mercancías sin puertas ni ventanas. Como si lo hubiesen construido a su alrededor mientras dormía. Está mojada y tiene frío.{Incertidumbre}.
Un grifo abierto llora agua a borbotones, la escupe como un vomito después de beber durante horas el peor whisky viciado. El alrededor priva de sentido. Busca una lógica {Asimilación}.
El agua empieza a sobrepasar sus pies. Esto no puede estar pasando, joder. Es imposible, ¡mierrrda! Tengo que salir de aquí. ¡¡SOCORROOOO!! JODEEER.-grita.
Cualquier esfuerzo es el sin sentido del que lo apuesta todo al  caballo enfermo {Histeria}.
El agua toca sus rodillas. El aliento, el aire. Todo falta. Tiembla, ya no es por el frío. {Pánico}
En busca del control trata de manejar su respiración, uno, dos, tres, cuatro, cinco, cinco joder, seis, sie sie siete...¡maldita sea! ocho, nueve, diezzz, uno, dos, tres......
Necedad por controlar un miedo inminente, observa un fin a contracorriente, espera incrédula su acercamiento. Como estar atado de pies y manos frente a un cuchillo que ya roza la piel, mientras unos ojos psicópatas saborean el miedo, canturreando una canción infantil triste y moribunda, al son que la sangre gotea ... na naa na /la niña tiene miedo/ la niña corre por el suelo/ si la niña-cae /el lobo comerá su cuer-po/na na na... {Impotencia}
El agua empieza a violar su pubis. Sensación de multitud, como miles de manos manoseando su cuerpo. Manos frías, sucias. Manos hambrientas subiendo poco a poco, acristalando su piel.
Los minutos abandonan el juego, lo segundos juegan la segunda parte. Pronto su pecho.
Golpea las paredes con fuerza. Locura. Cabeza, manos, espalda, pies. El agua torna roja. Todo desfila demasiado rápido. Pierde el sentido por momentos {Turbación}.
Comienza a flotar, nada como un perro. Agarra inútil las manos al techo, desmembrando sus uñas. Nada duele ya. El esfuerzo es una línea débil, los músculos cada vez son más pesados. Eternamente len-tos {Agotamiento}.
De repente se observa tras una ventana, comiendo los canelones que su madre hacía los domingos. Riendo en familia, tranquila {Alucinación}.
Recobra la cordura unos segundos mientras cae lenta, sumergiéndose poco a poco hasta tocar de nuevo el suelo. Apnea.
Los pulmones son ya globos de agua. No puede más, todo se paraliza {Derrota}.
Y justo en la última décima antes de perder el sentido, piensa: - ¿y porque coño no intenté cerrar el grifo? {Estupidez}.

viernes, 4 de noviembre de 2011

de nuevo




Quizá
es tarde
y sonreír de nuevo ya no valga
de nada.
O quizá pueda volver a temer a la muerte,
y no tenga que ser inmortal en este
mar seco
con
estela de
escombros 
 de
una presencia cuarteada.
Quizá todo vuelva a estar limpio
y desaparezca toda la mierda
que envuelve de oscuro mi boca
y provoque
las ganas de vomitarlo
todo
de rabia,
y así el viento pueda correr
por mis venas de nuevo
sin obstáculos
ni agujeros negros.
Quizá vuelva el valor
y diga tantas cosas que no puedo,
y deje de restregar palabras huecas
 por la paredes y el suelo.
Quizá no deje de llover,
y así dé tiempo
a derretir mi hielo.
Quizá lo intente y rompa
el maldito juego
sonría, sonría de nuevo,
aunque no quepa una sonrisa
en este
pequeño hueco.



Imagen: Imilce


jueves, 27 de octubre de 2011

A través



En una cajita oxidada guardaba los ojos de él, que eran del color del barro fresco. Unos ojos abiertos a un escogido infinito donde a ella le gustaba acurrucarse cada día.
Los sostenía con cuidado para no quebrantar el cristalino de su retina, acariciándolos despacio con sus pulgares, mientras los elevaba sobre los suyos, colocándolos delante, mirando a través del catalejo de aquellos ojos translucidos, libres de cobardía y sospecha.
Y allí encontraba todos los lugares que él había visto en su vida. Tras ellos percibía el mar, las ciudades margarinas, las formas atractivas que sólo él había sabido encontrar en los rincones de polvo y cáscara, y así veía de nuevo todo lo que ya creía olvidado.
Degustando cada color soñaba, dejando para el final su propia imagen, como él la solía observar desnuda, diosa ante cualquier defecto. Y se contemplaba a sí misma joven, única, amada y bella, todo lo que no podía ver tras un espejo ahora. Y lo horrible se convertía en humo disipado sin olor ni sonido mientras el mal sintetizaba su presencia. Y sentía de nuevo la grandeza de ser y estar en la misma charca. 
Y como cada vez al terminar su paseo, con los ojos de nuevo en la cajita, la apretaba contra sí fuerte y delicada, como al aire que la mantenía hilada, mientras pensaba que realmente hizo bien quedándose con los ojos de su amado cuando marchó, sabiendo que en el nicho no le hubieran servido de nada.

lunes, 24 de octubre de 2011

Ezpañoles a bo-botar





Respondiendo a la pregunta, NO, no voy a ir a votar.
Ni mi mano derecha, (ni la izquierda) participarán  en la criba de colores, dos, concretamente. Gaviota con gripe aviar. Rosa con pulgón. (Porque los partidos minoritarios, sin dudar de sus buenas ofertas, sin llegar a agradarme del todo, no tienen ni el poder ni la posibilidad de subir en un millón de años, siendo realistas claro, de todas formas el problema nace del sistema roto).
Entonces están entre dos grupos tan enfermos como hipócritas, sufragados a cuenta de los de abajo, sumergidos como mi amor hacía este país petado de miserables. La cosa está tan torcida que quizá el tallo parta un día de golpe, y la península quede rota en mil porciones, como islitas pequeñas, y seremos guetos escondidos a las sombras de palmeras artificiales.
No, claro que no voy a desperdiciar un minuto, una hora, un segundo de mi maldito día libre. Una voz incómoda, así como de pito, de esas que agujerean los tímpanos, y te hacen pegar la cara al hombro de forma instintiva, replica, -tu derecho a voto es tu palabra, si no votas es como si despreciaras la democracia en la que vives, la que tus antepasados consiguieron a base de... bla bla bla.
Que sí, lo pillo y me hago cargo. Vivo en un país libre, pero tengo las manos atadas hacia cientos de actos y/o decisiones, luego es autonomía cortada, luego no es libertad real.
Sí, vivo en un país que me suplica austeridad en los telediarios, ¡¡Austeridad!! Chirrían los politicuchos en los mitin rodeados de militantes dotados de banderolitas, saliva por doquier y aplausos (¿¿??) Pide austeridad un/a "tío/a" que cobra XX.XXX € o mejor dicho XXX.XXX € al año. Te lo juro que más que otra cosa me da risa. Suben impuestos, las horas de trabajo, baja la calidad de los contratos, incrementa el m2 por respirar... de espaldas a la cara, mientras me roban sin miramientos,  o desahucian mi casa o mientras esposan mi vida mano sobre mano, o el banco me atraca, curioso como cambian los papeles...  Ellos no miran por ti, ni por tu abuelo, ni por su propia madre.
NO, repito, claro que no voto, no participo en el juego de peones. No comparto una democracia hipócrita, podrida, cantada.
La voz insiste: -Por lo menos votar es mejor que no hacer nada, quedando de brazos cruzados, porque si no votas, es como si dieras tu voto a la... bla bla bla.
Me interesa lo mismo que saber que voy a comer el día 15 de Febrero de 2014. En realidad siento pena de que sea así, pero otro método no hay, sólo mi espalda y mi activa negación al sistema .
Y bueno eso es otro punto escondido, ¿qué pasa con los los miles de votos que quedan perdidos? ¿Que pasa con todas esas personas que no votan? - la voz me corta. - ¿Los votos de personas pasotas que no se molestan en participar en el progreso de su país...? bla bla bla.
¿Por qué pasotas? Muchos no estamos de acuerdo con la disección de sistema, con las reparticiones de poderes, con las circunstancias obligatorias, muchos no van a votan por pereza, indiferencia... sí, pero muchos no lo hacemos porque es la única respuesta de repudio hacia lo que unos pocos deciden y muchos aceptan. Como decía, dos colores, que al mezclarlos son lo mismo a diferente tinta. Iguales manos carcomidas por la avaricia, la mentira, dotados con el don de la demagogia profesional-académica, y con sus correspondientes creyentes, devotos ante cualquier adversidad, como el fútbol más o menos, un pique entre equipos, que provoca el odio y las diferencias sociales entre los seguidores. Un juego.
Así que comparando esto con el fútbol (comercial)  y a mí que no me gusta nada, diré que NO, no veré el partido ese domingo, tengo algo mejor que hacer. Quizá (soñando) si todo el mundo diera una espalda por respuesta, la cosa pintaría de otros colores...
- ¡¡Camorrista!! - replica la voz.
Y de respuesta le doy una sonrisa torcida, que aún ni grava ni desgrava en hacienda, y bueno a decir verdad junto con un "gilipollas", gratis también.

lunes, 17 de octubre de 2011

Eruption



Miedo.

Miedo porque caigo.

Siento miedo porque marcho.

Siento y vuelo.

Ya no estoy, quizá mi cuerpo, pero la materia no importa.

No sé encontrar. Agota buscar. No quiero.

Cuento 1,2,3 rebotan en mí los golpes. Rompe mi clima. Destroza mi interior, erupciona mi sangre, volcán explota hacía un blanco, mi boca.

Agarra mi cuello y
no hay oxigeno. No hay vacío ni lleno. No queda más que un cuerpo tumbado.

Mi cuerpo tumbado, desnudo, roto.

Asfixia.

Tengo miedo

 y

caigo.

martes, 11 de octubre de 2011

No-hay-un-fin



Elevas la cabeza, asientas los pies, emergen tus rabias, flotan tus miedos. Ahora escupe sobre ellos, pártelos y

corre

Manchas la tierra en pisadas largas, distantes, marcadas. Se borrarán en algún tiempo, pero jamás olvidarás que pasaste con saña, que rompientes el suelo con tu marcha. Nada viene siguiéndote más que tierra bailando al cielo. No mires atrás, sigue, no pares y

corre

No huyes, no escapas, no tienes miedo, nadie te busca, no callas el ritmo con tu aliento sonoro, evocas al eco, sigue, lo haces perfecto y

corre

rápido, más, nunca retroceso. La velocidad rompe en tu pecho su ruido, choca contra ti un viento, un sol, unas partículas de tiempo, un sueño sombrío, pero nada tacha tu empeño. Tu estado se llama perfección, y lo sientes, y quieres más y

corres

Olvida las calles, olvida el trabajo, olvida el frigo vacío, olvida facturas, olvida que la capa de ozono agoniza, olvida el amor rajado. Borra tu nombre, tu cara, cuela tu esencia sin zanjar tu paso y

corre

No llegarás al final, no hay meta, nadie corre a tu lado, eres tu vs. tu mismo. Es tu mano contra tu mano. Es tu escape, tu tiempo, es tu marcha no forzada, no retornable, no innecesaria. Es tu cuerpo alienado a tu mente, es bienestar en estado puro. Sientes flotar, pero estás pegado al suelo, tranquilo, nada alterará tu lucha. Estás vivo joder, deliciosamente vivo. No piensas en la muerte, ahora no existe, no hay un fin,  repites, no-hay-un-fin. No hay un fin si tú no quieres y lo sabes y

corres

y no dejes de hacerlo, porque la nada no podrá alcanzarte en movimiento...

viernes, 7 de octubre de 2011

pienso

Ando de puntillas para no molestar al silencio. Escucho que ya no tengo sonido propio, ni olor, ni aliento y siento algo de miedo, porque suena ausente como muerto. Quiero gritar, pero sólo atino a resbalar palabras por el suelo, sólo sé arrastrarlas de puntillas, como yo y mis miedos. Todo está sumergido como el corazón de una manzana, para verlo primero tienes que matarla.
Todo está entre el pasado y el futuro, con o sin, y te diría mil cosas pero tengo la voluntad violada. Y de verdad que no te espero, ya no espero de nada nadie. Ni de nadie nada. Y no es chulería ni rencor, te digo que no, pero es que cuando el desierto es tu cuerpo y el pozo vacío tu corazón, no sale más que eco. No tengo nada de rabia, ni odio, te lo juro por el dios que no creo. Ya no odio a nadie, incluso dejé de odiarme a mí misma hace tiempo. Simplemente que no quiero jugar, que estoy cansada. Que no hace falta que nadie me grite que estoy viva, lo sé, si algo me queda es una décima de inteligencia ahogada pero diligente y mi mente no deja de carburar ni un segundo, de ahí la bipolaridad de este sitio, de mi cabeza, que divisa las existencias desde mil ventanas y diferentes puertas, y claro que no estoy loca, quizá demasiado cuerda, pero mi mente piensa, y quizá ese es el fallo, quizá ser hueco y no pensar demasiado sea la clave, la salvación del caos. Pero mi pulso sería el mismo que las piedras.
No necesito basarme en esquemas ajenos y tampoco voy a esperarte viendo los sábados por la noche películas románticas que me intenten hacer creer que el amor y la perfección existen en la misma línea paralela.
Que tengo sueño, quizá ya demasiado. Y no quiero ser siempre la cueva en la que te escondas cuando pierdas tu noción,  no puedo por ti, porque no puedo conmigo. Más que egoísmo es supervivencia compañero.
No puedo formarme para quererte con matrícula, y es que no quiero, mi amor es así, natural, sincero, quizá intermitente pero jamás hipócrita. Es lo que tengo y sé que no te vale con eso, entonces de verdad debes marcharte. Sal, pero no hace falta que corras, ya hemos perdido hasta la prisa. Sabes la dirección de mi casa, sabes que estoy aunque no salga. Aunque un día deje de quererte, estoy. Porque no voy a joderme teniéndote rencor. Porque el rencor no me matará el hambre. No cambiará nada odiarte y desearte oscuridad. No seré mejor por eso y aunque no quiera serlo, tampoco quiero caer en el error de sentirte maldito, porque en el fondo siento que si hay algo bueno en la vida, mereces tocarlo con los dedos.
Quiero que todo quede en tablas. Ni tú ganas, ni yo pierdo. Quiero que encuentres tu equilibrio. Y siento dejarte solo, siento si me marcho y me llevo mi brújula conmigo, pero ya perdí por ti hace tiempo mi camino, y necesito verlo de nuevo, porque sólo tengo 24 y no puedo seguir oscura, porque se me escurre el tiempo entre tanto daño, y no persigo vivir llorando.
Siento dejar de alumbrarte cariño, pero yo también necesito luz, y tú no sabes iluminarme. Me llevo sólo lo bueno, te dejo la mitad y mi sonrisa como recuerdo.







martes, 4 de octubre de 2011

Ruido, gritos. Silencio, sólo música


Camino sentada sobre el suelo del balcón. Contemplo inmóvil el cielo que dejan libre las cornisas de los edificios negros. Es un hueco pequeño pero suficiente como para pasear por él.
Y ya con la imagen añil tiñéndose oscura clavada en mis ojos, los cierro y espero. Espero a que no pase nada o a que las ambulancias dejen de sonar con saña. A que los coches dejen de pitar sin fundamento. A que las madres dejen de bramar a sus hijos huecos. A que el gitano de la esquina cese de desgañitar sus cuerdas y venda todos los pimientos secos. A que el mundo silencie su tiempo y no se oiga nada más que el viento. Pero nunca sucede, la muchedumbre jamás deja de zaherir a su género. Día o noche, los sonidos cambian, pero imposible amainan.
Decido levantarme y silenciarlos a golpes de volumen y soberbia, la música es lo único que está por encima de las cosas, es un intento estéril de amansar al resto de las fieras a violín y tempo.

Y ya no oigo nada, los gritos y los ruidos desaparecen por completo mientras siento las vibraciones en mi cuerpo.
Ahora sólo escucho.
Sin prisa abro los ojos y miro sin ver los miles de huecos que forman el vecindario. Las sábanas ondean su pronta retirada y cientos de bragas y calzoncillos repasados y zurcidos danzan ya veteranos.
A veces todo me da asco. A veces no.
Hoy hay un término medio entre el amor y el odio hacia el punto de partida que se repite diario como una película que nunca cambia de guión. Rutina, rutinario, rutinoso. Se puede cambiar el pequeño trozo que queda libre al día, pero lo demás pende de nuestra resistencia por sobrevivir a fuerza de obligaciones memas. Supervivencia en vena.
Y pienso que tengo ganas de que llueva de verdad, que llueva durante días... con violencia, sin ahogar. Que llueva y limpie las calles y los muros brunos, testigos de lo obsceno y lo prohibido. Que desinfecte manos y cabezas corruptas hacía el deterioro de lo que antes era humanidad y altruismo. Que desintoxique bocas llenas de palabras absurdas. Y que desholline todas las almas cansadas y descosidas por los años.
Ganas y necesidad de que retorne otro tiempo, que se mezclen todos los estados entre nublado, frío, sol, lluvia, nieve y viento. Que follen entre ellos y con sus orgías dejen ver algo ya olvidado al son que fresco. Y así por lo menos algo cambie, aunque sólo sea el tiempo.

jueves, 29 de septiembre de 2011

En mi extrarradio



Sé que estás 
en el extrarradio
de mi cuerpo,
siento que el aire que bebo
es tuyo,
lo sé,
afirmo el calor de tu ser

cuidando el mío desierto,
lo sé, 
aún no te has ido,
sigues caminando conmigo,
lo sé,
y no estoy loca ni cuerda,
sólo viva,
mientras te mantenga vivo,
lo sé,
y me vale por mil negaciones necias,
porque sé
que me hablas
narrando silente tu cuento,
y no,
no me conformo con eso,
pero te prefiero así
que al vacío negro,
así conmigo
en mi lucidez turbada,
porque es
el único sitio donde puedo
disfrazarte de colores
y envolverme contigo

entre lluvia y aura,
mientras me tocas el pelo,
sin que notes que lloro, 
porque esconde el temporal

mi malar mojado.
Y lo sé,
desaparecerás mil veces
pero volverás de nuevo,
porque te tengo aquí,
en mi recuerdo,
y es el mejor regalo
que tengo.



para L,  feliz cumpleaños.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Soldier


Craco había sido reclutado para la maldita guerra otra vez y estaba cabreado.
Craco no tenía nada qué añorar, pero no por eso deseaba luchar al frente para un puñado de nacionalistas ansiosos de territorio y poder infructuoso. Su sueño no era morir por los intereses trastornados de unos pocos, ni luchar por un estado que ni amaba ni consideraba suyo. Pero había jurado fidelidad a una bandera casi a punta de arma y no existía el "no" por respuesta.
Eran tiempos difíciles, tiempos en los que el mundo seguía luchando por su reparto a la par que se revolcaban como cerdos en el barro llorando hipócritas a sus soldados muertos.
A Craco no le gustaba la guerra. A Craco sólo le gustaban las mujeres y el whisky. Pero de  nuevo tenía la oportunidad de demostrar que no era cobarde renegado de su patria y recuperar el honor de una familia que lo repudiaba, que regresase vivo o muerto daba igual si en el camino lograba algo. Pero él no tenía pretensión de ser orgullo de nada ni nadie.
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Ahora se encontraba en territorio enemigo, él y un grupo de novicios habían sido enviados como infiltrados en una misión de reconocimiento, a modo de imberbes kamikazes. La ciudad en cuestión era un hervidero de enemigos que iban forjando en piel un odio a fuego,  hacia aquellos usurpadores extranjeros, a cada paso que la guerra avanzaba. La misión había sido un fiasco, regresarían a su campamento con las manos vacías.
Craco encontró un pequeño tugurio abierto para tomar unas copas antes de localizar a sus compañeros, debía rendir homenaje al que quizá fuese su último día. Era uno de esos locales frecuentados por indeseables que acaban convirtiéndose en un trozo más de la barra mugrienta, animales sin más olor que el del whisky barato.
Al poco Craco ya sentía explotar un volcán de saturación alcohólica en su boca, el dueño del antro le negó el acceso al baño, así que tuvo que salir fuera, el olor a pescado podrido del puerto inundó sus fosas nasales provocándole otro fuerte amago. Se apoyó sobre unas cajas y comenzó el mismo ritual que cerraba siempre sus verbenas. De repente escuchó unos pasos, se aproximaban botas militares. Craco vestía de civil y podría haber pasado perfectamente por un simple pescador borracho, pero la sensatez hizo que se ocultara tras las cajas. Eran tres, se detuvieron a su altura. Craco contuvo la respiración... Dos de ellos comenzaron a orinar, el líquido mojaba el suelo y se escurría tras las cajas escociendo las manos cortadas de Craco, estaba siendo meado por los enemigos antes de empezar la guerra, “mal asunto” pensó, pero lo peor estaba por llegar:
- ...esos cabrones van a sentir haber comenzado esta guerra, mañana su maldita nación quedará huérfana de hombres ja ja ja ja ja.
- Eso será si los juguetitos no fallan...
- No empieces con tus augurios pusilánimes. Nuestros científicos llevan años trabajando en ello, no fallarán, las últimas pruebas han sido más que favorables, un simple chisme de esos es capaz de volar varias casas. Lloverán vísceras y huesos, y por la noche lo celebraremos cenando soldaditos rojos a la brasa ja ja ja ja.
Cuando el sonido de las botas desapareció, Craco aún temblaba. El enemigo contaba con una nueva arma militar totalmente desconocida para su ejército grande pero arcaico, y parecía ser algo colosal. Era una información más que valiosa, era la información que salvaría a "su" patria de un final catastrófico y con la cual podría elevar alto su carrera militar. Esa información era un golpe de vida para lograr resistencia. Craco lo tuvo claro, se puso en pie y comenzó a correr, tanto que no paró durante horas...
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El suelo retumbó bajo los pies de Craco cuando escuchó el primer BOOOM, mientras desayunaba café y tostadas en un hostal a cientos de kilómetros.
La guerra había llegado a su fin. Y Craco más que un traidor, se sintió un héroe.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Nada



Y me di cuenta que llevaba los bolsillos vacíos.
Y sentí que me sangraban los pies.
Y ya no pude mirar porque también se habían llevado mis ojos.
Y me sentí semi desnuda en medio de una nada de personas.
Y noté que lo único que no me habían robado era el corazón,
que seguía latiendo necio.
Y quise gritar, pero ya me habían extirpado las palabras.
Y supe que de todas formas nadie me hubiera escuchado.
Y si sentí pena, desde luego fue por ellos.

martes, 13 de septiembre de 2011

Revival



El brote empieza en un espacio intermedio entre la irrealidad y lo etéreo. Puntos de líneas que parafrasean unas vidas abiertas por el mismo canal donde mana la sangre hirviendo como el sol a las 12 en campo abierto.
Esto arde sin quemar más de lo prohibido. Un nacimiento abierto al mar esperando encontrar aquella delicada esencia de ser uno dividido en dos sin llegar a estrangular la autonomía natural. Eso queremos, eso buscamos, eso que transforme manos, pieles, ovarios, mentes, huevos y todo lo demás en una pieza única, eso que premia a los que desean de verdad. A los vivos y paridos de la misma forma en distinta carne. No es cuestión de fraternidad sino de vicio delicioso, amor sin pacto. Libertad.
Una locura capaz de ser un maravilloso desastre infinito. Sin pisar las losas sueltas, porque el foso corrompido de esperanzas rotas y palabras muertas se encuentra tras ellas. Prohibido pisar - Desprendimiento.
El resultado de la ecuación está en no dejar de prosperar cada día, florecer y marchitar en la misma porción de segundo.
El miedo y la cobardía no son suficientes como para no dejarse llevar por esas palabras mudas que se escuchan sin necesidad de voz.
No existen las musas. Pero el ego está por encima de lo inventado. Y se alimenta de cualquier cosa que lo eleve alto. Tu musa, tu diosa, tu única y tu ficción. O simplemente un error que sumar al montón, una farsante pasajera. Cuestión de tiempo.
No esperes de mí. No voy a dar lo que no tengo. Soy una princesa muy zorra. Eres un cerdo muy encantador.
Mi talla es todo lo que pueda entrar en unas manos versadas. No necesitaremos más espacio que este.
Corre el aire. Corres tú. Corro yo. Corremos todos en espiral. Con o sin sentido, eso da igual. Circulamos y es lo que dilata el inventario de vivencias utópicas. Lo maravilloso.
Nada empieza antes de acabar. Pero al revés.
Somos burla y perfección. Somos los pintores de nuestros cuadros blancos.

Colorea

                -me.


                       -te.



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viernes, 9 de septiembre de 2011

Macule



La ballena Macule luchaba por llegar cerca de la isla que tanto veneraba,  pintaba el mar con una estela abstracta de un rojo tan feroz como bello, un inmenso arpón había atravesado su piel anticipando el fin su savia. Divisó a lo lejos la pequeña mancha de tierra que formaba aquel grandioso atolón. Y antes de llegar a la orilla cesó su baile laso y echando un último chorro de agua marina se dejó marchar.
El alma de Macule no tardó en cruzar el halo de la esfera terrestre, pronto se encontraría de nuevo con la Diosa Reencarnación...

- Querido Macule, de nuevo mueres, de nuevo naces. Dime, ¿Cuál forma deseas elegir en tu sexta y última vida?
- Un árbol alejado deseo ser.


Macule antes de ser árbol había sido escritor, empresario, águila, cantante y ballena. Podía parecer estúpido, al fin y al cabo un árbol poco más podía hacer que crecer e intentar violar al sol de vez en cuando. Pero Macule había vivido dentro y fuera del límite inventado en sus 6 vidas y estaba consumido de movimiento.
Había sufrido golpes, persecuciones, robos, desilusiones, muertes crueles, desengaños y mentiras. Macule había conocido de lejos el bien, pero había sido hermano de sangre del mal.
Y ahora sólo codiciaba un sosegado sueño, sin acción ni cometido, sin dolor ni beneficio, sin conflictos mentales. Macule únicamente quería contemplar estático, sin depender de nada más que de luz y agua.
Así el árbol Macule se dejó crecer, sabiéndose bello y tranquilo, siendo un perdido tronco alzado, agarrando fuerte sus raíces a la tierra, regalándose a ella, entregando sus matices a un mundo cabrón que no lo merecía. A un mundo tan decepcionante como hechicero. A un mundo capaz de prostituirse en cualquier esquina del universo, profanador de especie, tierra, mentes y manos. Cedió ante un mundo reventado y loco. Ante un mundo que ya nada podía darle más que la quietud que le debía.

Y así Macule inmóvil se dispuso a dormir perenne. Tan muerto y vivo como su mundo ciego, que tarde o temprano rompería su sueño.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Relativo





Juró que nunca más lo haría, nunca. Que jamás volvería a pisar sus principios, jamás.
Lo juró por sus cuatros hijos y por su madre muerta.
Sentenció mil veces aquel sitio, maldiciendo el día que lo pisó por primera vez y escupió en el nombre de aquellos cerdos manipuladores.
Prometió que por nada del mundo lo volvería a hacer, nunca, nunca más. Antes se cortaría una mano, o se sacaría un ojo, o se rociaría ácido en la piel.
Lo tenía claro, empezaría de cero. Borrón y cuenta nueva. Sería un hombre nuevo.
Por primera vez se sintió orgulloso de sí mismo por decir NO.

Pero lo gracioso es, que sólo hizo falta un pequeño sobre lleno para que olvidara todo lo anterior.

Y silencio.

 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Construcciones Prudencio, S.L.



Estaban los dos solos en el salón de una casa, pero él se empeñaba en decir que había alguien más. Ella empezaba a pensar que estaba perdiendo la cabeza ...

- ...Joder te digo que está ahí, a tu lado, lleva una gorra que pone Construcciones Prudencio S.L. y una camiseta blanca.

- ¿Construcciones Prudencio? Suena a chapucero. Venga para ya, me estas poniendo nerviosa con tus visiones paranoicas.
- Chapucero ¿por qué? ¿Acaso conoces a Prudencio para juzgar su manera de trabajar? Lo mismo es un profesional de la leche y tú estas echando por tierra su reputación.
- Probablemente Construcciones Prudencio sea otro producto de tu imaginación. Y no creo que el colega fantasma de la gorra se ofenda.
- Pues sí, se ha ofendido, dice que era la empresa de su padre, que murió por un accidente en un andamio.
- Seguramente no se puso el arnés ni el casco, luego no era tan profesional ¿Ves?
- Te equivocas tía, no los llevaba porque estaba a solo medio metro de altura.
- Coño, ¿y se mató?
- Sí, pero porque se atragantó comiéndose un bocadillo de calamares.
- Ah bueno, entonces sí. Pero de todas formas, andamio a parte. Estoy muy preocupada por ti, ves personas imaginarias y encima te hablan joder.
- Vamos a ver, yo te digo que aquí hay una persona, que se llama Hermenegildo y ...
- Ah ¿qué también se ha presentado? qué mal rollo... y menudo nombre...
- Pues claro que se ha presentado, cuando entró por la puerta. Deja de tocarle los huevos a Hermenegildo. Dice que eres una tía muy estúpida, ahh y que no le caes nada bien.
- Dile a tu colega imaginario que no me toque a mi las narices, porque al final...
- ¿Qué? ¿Le vas a pegar? Pero si ni siquiera eres capaz de verlo jajajaja
- Estás enfermo.
- Tú más.
- Al menos yo no veo individuos imaginarios, perturbado.
- Te equivocas amiga, yo te aseguro que aquí hay otra persona, lo sé porque le veo, le oigo y porque acaba de tocarme el hombro al pasar por mi lado para ir al aseo, y sin embargo tú niegas ver a nadie. Lo lógico es que sea yo quien piense que la loca eres tú.

Estaba dispuesta a dar su réplica cuando el sonido de una cisterna la paró en seco ...

Ella palidece. Él sonríe.

- Pe... pe... pero...
- No te preocupes, ahora mismo pido cita con el psiquiatra de mi madre, es excelente. Todo va a salir bien. ¡Hermenegildo tráele un vaso de agua a la chica, que se ha puesto lila!

lunes, 29 de agosto de 2011

Abstracto I (Química)


Recipiente.
Es una habitación anodina de paredes sucias, una sola ventana cerrada con una cortina muda. Son losas con formas de venas rojas, como sangre corriendo por el suelo. Es olor de alcohol 96º y una herida seca. Es mugre luz. Es ilegible presentimiento. Es abstracta paranoia de un recuerdo vivo.

Compuesto químico. (Mezcla)
Tenías algo que decirme... Me marcho. ¿Otra ciudad? Otro universo. Quiero ir. No posible. Te seguiré. Sabes que soy tan intangible como imperceptible. Y tú sabes que yo puedo verte. Sólo si yo quiero. No puedo sola, no otra vez, ¿rendirme cabe posible?. ¿Muerte cobarde? ¿Vida abyecta? Aún puedes renacer. ¿Volverás? Imposible respuesta, es mejor que cierres los ojos. (y quiebra la voz, y gesticula un no mudo, y al abrir ya no está, el oxigeno deja de ser un vicio).

Resultado.
Es suavidad de una piel y humedad fraternal. Es saliva sobre un pómulo destrozado. Es soledad renovada. Hay una cortina en movimiento. Sabe imposible sensación pasajera. Es angustia. Es bilis sobre un suelo con color a sangre.

Contra efecto
La cortina cesa su baile. Aire vuelve a fluir voluble. El sonido de la calle remana su martilleo. Punto de partida vuelve al cero. Regreso tímido. Soledad sonríe. Silencio también. Ella vuelve a cerrar los ojos y sumerge su cara entre lo sintético de la cama y lágrimas de estaño sueldan su recuerdo y lo vive de nuevo. Una y otra vez, y sólo cesa de cuando en cuando para trotar sobre un cuerpo indiferente, mientras corre su odio con un funcionario de prisiones o un dependiente de comestibles, eso da igual. El caso es que sólo sobre el éxtasis del clímax etéreo consigue olvidar durante momentos.
¿Estas bien o qué? Sí ¿Tú como te llamabas? joder Juan, te lo he dicho mil veces. Perdona Juan, tengo mala memoria para lo caduco. Acércate Juan, folla mi odio, fóllalo otra vez.

Conclusiones.
Hay ciertos cuerpos difíciles de mezclar. La única solución posible es intentar la aleación con otro tipo de sustancia. Sabiendo en todo caso, que el resultado nunca será extraordinario, ya que sólo los cuerpos altamente inflamables son capaces de arder bien.

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Nota incómoda: No es típico, pero bueno, quería mandar un saludo a todos los plagiadores carentes de imaginación propia, o en su defecto a todos los anónimos aburridos con ganas de tocar las narices y perder el tiempo. En cualquier caso, que os jodan. A todos los demás un beso.