La ballena Macule luchaba por llegar cerca de la isla que tanto veneraba, pintaba el mar con una estela abstracta de un rojo tan feroz como bello, un inmenso arpón había atravesado su piel anticipando el fin su savia. Divisó a lo lejos la pequeña mancha de tierra que formaba aquel grandioso atolón. Y antes de llegar a la orilla cesó su baile laso y echando un último chorro de agua marina se dejó marchar.
El alma de Macule no tardó en cruzar el halo de la esfera terrestre, pronto se encontraría de nuevo con la Diosa Reencarnación...
- Querido Macule, de nuevo mueres, de nuevo naces. Dime, ¿Cuál forma deseas elegir en tu sexta y última vida?
- Un árbol alejado deseo ser.
Macule antes de ser árbol había sido escritor, empresario, águila, cantante y ballena. Podía parecer estúpido, al fin y al cabo un árbol poco más podía hacer que crecer e intentar violar al sol de vez en cuando. Pero Macule había vivido dentro y fuera del límite inventado en sus 6 vidas y estaba consumido de movimiento.
Había sufrido golpes, persecuciones, robos, desilusiones, muertes crueles, desengaños y mentiras. Macule había conocido de lejos el bien, pero había sido hermano de sangre del mal.
Y ahora sólo codiciaba un sosegado sueño, sin acción ni cometido, sin dolor ni beneficio, sin conflictos mentales. Macule únicamente quería contemplar estático, sin depender de nada más que de luz y agua.
Así el árbol Macule se dejó crecer, sabiéndose bello y tranquilo, siendo un perdido tronco alzado, agarrando fuerte sus raíces a la tierra, regalándose a ella, entregando sus matices a un mundo cabrón que no lo merecía. A un mundo tan decepcionante como hechicero. A un mundo capaz de prostituirse en cualquier esquina del universo, profanador de especie, tierra, mentes y manos. Cedió ante un mundo reventado y loco. Ante un mundo que ya nada podía darle más que la quietud que le debía.
Y así Macule inmóvil se dispuso a dormir perenne. Tan muerto y vivo como su mundo ciego, que tarde o temprano rompería su sueño.
Wow Hasta de árbol le espera un futuro oscuro a Macule! :(
ResponderEliminarYo no creo que hubiera elegido ser árbol, pero claro tampoco he vivido cinco vidas para asegurarlo!
Me ha sobrecogido la muerte de la ballena y su reencarnación!!
Muy bueno preciosa Imilce!!
Un besazo!!
Increíble narración, me colgué con eso de los arboles intentando crecer y violar al sol de vez en cuando,
ResponderEliminarme colgué y no de una rama, tampoco del cuello,
Samsara, me colgué de estas hermosas palabras, abrazos!
El escogió su vida, aún a sabiendas que sucedería lo esperado, violar su existencia. Ha sabido ser valiente.
ResponderEliminarMe ha encantado.
un beso.
La verdad es que creo que tu blog tiene algo contra mi xD, porque por mucho que te escriba no sale xD.
ResponderEliminarLo intento de nuevo con esta entrada:
Nosotros a veces decidimos que camino escoger, malo o bueno, siempre está y queda en nosotros, si el universo está corrompido quizás nosotros acabemos igual o por el contrario seamos tachados de locos intentando recobrar la cordura de un mundo que la ha perdido por completo...
¡un besito!
¿te he dicho ya que me ha gustado un montón la actualización? XD.
¿Qué cuernos habré sido yo antes????
ResponderEliminar:/
Finde, Imilce.
Me abrazo a tu escrito y me dejo ser...
(Qué dramática ando xd esto de los sabados y domingos me sienta tan mal... escribe de nuevo sí?)
Realista, duro, precioso… Me ha encantado. Me has sorprendido tratando tan genial el tema de la reencarnación. Me alegro por Macule, vivir 6 vidas le ha dado capacidad suficiente para aprender a saber lo que quiere. Otros no lo consiguen nunca. El lo tiene claro y eso es lo importante.
ResponderEliminarMuy buena entrada!! Un besito.
P.D: ejemmm… sigo esperando… jajaja.
Sí que es un cuento precioso, pero tampoco yo sé si elegiría ser árbol. como tampoco ballena ni águila. Creo que soy más bien corta de miras y pediría siempre ser persona, además, mujer y a ser posible, occidental.
ResponderEliminarMe he acordado de una frase que leí en el libro Soy leyenda que decía...
ResponderEliminarNo importa cuantas veces viva o muera, mi destino siempre será el mismo, por más veces que me reencarne o regrese. Besos!
Al igual que Macule yo tambien hubiera elegido reencarnarme en arbol, uno se asquea de tanto movimiento. Buena fabula Imilce.
ResponderEliminarEsos mundos especiales tuyos, me dejan como levitando. Sin duda por mucho que lo intentemos, la esencia siempre se mantiene y aunque no se pueda uno bañar en el mismo río dos veces, suele darse con las mismas piedras. Unas veces las buscamos nosotros, otras, son ellas las que vienen; se acostmubraron a estar cerca.
ResponderEliminarUn abrazo, y gracias por tu comentario donde Adivín ;).
Joder... y esto?? Me has dejado boquiabierto. Macule y este puto mundo sin decencia...
ResponderEliminarUna historia perfecta para contar algo tan sucio.
Saludos ;)
Qué maravillosa eres, mujer, escribiendo! Creativa, imaginativa, libre...
ResponderEliminarQué privilegio!!
Un fuerte abrazo querida Imilce. Buena semana.
:))))
Excelente.
ResponderEliminarUna estupenda narración cuyo protagonista es condenado desde siempre con ese halo negro de la tragedia, aún y cuando sea su última oportunidad de vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mácule, quizás algún día te llegue de nuevo la realidad de este cruel mundo, haciendo que el sueño se convierta en pesadilla.
ResponderEliminarBlogsaludos
Un texto excelente... me deja pensando en mi pasado y futuro.
ResponderEliminarUn cariño.
HD
Estupenda entrada, que manera tan suspicaz de hablar del tema de la reencarnación, hizo bien Macule en elegir el "pellejo" de un árbol, debió de estar muy cansado de sus vidas anteriores, sobretodo en las que era una persona...muy buen relato Imilce...sabes que te sigo verdad?
ResponderEliminarL.G.A.
Esto me ha recordado a una canción:
ResponderEliminar"siempre quise ser palmera, enfrente del mar, y que mi trabajo fuera estar y no pensar en respirar siquiera..."
:)
Yo no sé qué quiero ser en mi próxima vida...
el karma de ser macule...
ResponderEliminarigual tu mundo es el de los humanos. no el mundo.
abrazo
f