lunes, 29 de agosto de 2011

Abstracto I (Química)


Recipiente.
Es una habitación anodina de paredes sucias, una sola ventana cerrada con una cortina muda. Son losas con formas de venas rojas, como sangre corriendo por el suelo. Es olor de alcohol 96º y una herida seca. Es mugre luz. Es ilegible presentimiento. Es abstracta paranoia de un recuerdo vivo.

Compuesto químico. (Mezcla)
Tenías algo que decirme... Me marcho. ¿Otra ciudad? Otro universo. Quiero ir. No posible. Te seguiré. Sabes que soy tan intangible como imperceptible. Y tú sabes que yo puedo verte. Sólo si yo quiero. No puedo sola, no otra vez, ¿rendirme cabe posible?. ¿Muerte cobarde? ¿Vida abyecta? Aún puedes renacer. ¿Volverás? Imposible respuesta, es mejor que cierres los ojos. (y quiebra la voz, y gesticula un no mudo, y al abrir ya no está, el oxigeno deja de ser un vicio).

Resultado.
Es suavidad de una piel y humedad fraternal. Es saliva sobre un pómulo destrozado. Es soledad renovada. Hay una cortina en movimiento. Sabe imposible sensación pasajera. Es angustia. Es bilis sobre un suelo con color a sangre.

Contra efecto
La cortina cesa su baile. Aire vuelve a fluir voluble. El sonido de la calle remana su martilleo. Punto de partida vuelve al cero. Regreso tímido. Soledad sonríe. Silencio también. Ella vuelve a cerrar los ojos y sumerge su cara entre lo sintético de la cama y lágrimas de estaño sueldan su recuerdo y lo vive de nuevo. Una y otra vez, y sólo cesa de cuando en cuando para trotar sobre un cuerpo indiferente, mientras corre su odio con un funcionario de prisiones o un dependiente de comestibles, eso da igual. El caso es que sólo sobre el éxtasis del clímax etéreo consigue olvidar durante momentos.
¿Estas bien o qué? Sí ¿Tú como te llamabas? joder Juan, te lo he dicho mil veces. Perdona Juan, tengo mala memoria para lo caduco. Acércate Juan, folla mi odio, fóllalo otra vez.

Conclusiones.
Hay ciertos cuerpos difíciles de mezclar. La única solución posible es intentar la aleación con otro tipo de sustancia. Sabiendo en todo caso, que el resultado nunca será extraordinario, ya que sólo los cuerpos altamente inflamables son capaces de arder bien.

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Nota incómoda: No es típico, pero bueno, quería mandar un saludo a todos los plagiadores carentes de imaginación propia, o en su defecto a todos los anónimos aburridos con ganas de tocar las narices y perder el tiempo. En cualquier caso, que os jodan. A todos los demás un beso.

viernes, 26 de agosto de 2011

Agosto dará a luz



Ayer di un paseo por los últimos espasmos de Agosto antes de morir, por un barrio tranquilo de casas bajas y cero edificios, esos barrios me gustan sin llegar a enamorarme, porque nunca me enamoro de nada similar a ladrillos, hormigón y composiciones materiales. Porque algo que me rodea no es algo que me rellene. Todo es necesidad superflua, la insuficiencia ahoga, y la cosa es respirar.

Sobre calles anchas las personas ancladas en años, retiradas del diario, aburridos pero no estresados, jubilados de barrio, juegan al parchís. Esta te la como, suena raro si lo dice una señora de 89 años, pero es gracioso, y yo paso por su lado y digo buenas noches, y sonrío y toda la mesa parchisera me saluda al unísono, porque son gente amable deseosa de conversación desconocida, y yo agradezco el brillo de sus dentaduras postizas bajo farola, pero un saludo no es una puerta abierta a nada. Sólo un día sociable y necesidad de sonreír.
Por la calle pasan pocos coches y los niños entre el desquicie y la asfixia juegan al escondite violando las últimas horas del día. Y viéndolos evoco mis recuerdos apartados sobre encuentros inesperados, no deseados.
Un cubo de agua amoniacosa se derrama sobre la acera, y mis pies se mojan, la mujer culpable del charco se disculpa y yo de nuevo sonrío porque en realidad no me importa. Mis pies también aguantan el NH3. No intencionado. Está usted perdonada. Y sigo caminando.
Las rayas de la carretera están descoloridas, como cuando creí ver algo en el cielo y sólo era un avión. Abstractas como volver de nuevo y encontrarse todos los cajones fuera de su sitio. Y no entender. Como aquel día en el que el largo de la noche se convirtió en algo más que una juerga de desquite.
Así como las rayas del asfalto Agosto se absorbe a sí mismo. Como las quemas nocturnas de antaño. Agosto espira su pase. Agosto caduca. Como esos yogures milenarios bio noseque solos en un frigo, más amargos que su puta madre. Todos los tiempos acaban. Todos los días llegan. A veces no se saborean. Pero se intuyen cuando pasan y los miras paralizado pensado que otro se escapa. Los días mueren como las fichas de parchís fuera del seguro. Al final todo se reduce a un juego de colores. Rojo, azul, amarillo y verde. Pero yo necesito mezclar porque me gusta más el violeta y sobre todo el transparente.
Intuyo que volveré a salir del tablero, y no tiraré los dados, porque no creo en el azar. Otra vez cambiando normas y juego. Pero ya será en un Septiembre recién parido por un Agosto dilatado. Cuando pueda refrigerar el cerebro de nuevo.

martes, 23 de agosto de 2011

1 , 2 , 3 , piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii



Ha perdido mucha sangre. Oxigeno. 1.2.3 ....... piiiiiii 1.2.3 piiiiiiiiiiiiii No responde.
Pierde pulso........  reanimación...... vamos joder..... 1.2.3 ..... ¿¿reacciona??
creo que sí. ¿¿Reacciona? SÍI. pi pi pi pi .... normalidad....    respira. Oxigeno.
Apartaos............
Está abriendo los ojos... apartaos joder.... pulso?     Estable....... bien.
1 minuto.......2 minutos...4 minutos
intenta hablar... shhhhhhhhhhh

- ¿Qué....? ¿Do.. dónde estoy?
- Has sufrido un .....
- ¿Estoy viva o muerta?
- Viva, viva. Hemos tenido que reanimarte porque.....
- ¿Qué día es hoy?
- Lunes.
- Entonces tengo que volver al trabajo.
- No te preocupes por eso ahora.
- Ya claro ¿Y para qué coño me reanimas?

miércoles, 10 de agosto de 2011

Desde mi piso




Desde mi piso tengo por vistas los culos de 5 edificios grises, por delante presidenciales y caros, por detrás cuadros tristes para la clase media.
Desde mi piso no veo el mar, aunque queda cerca, a veces lo huelo, en otras ocasiones creo que oigo el sonido del agua chapotear, caer, moverse, luego despierto pensando que debo arreglar de una vez la maldita cisterna. Aunque por un rato me vale el engaño.
Desde mi piso oigo la tv de la señora Encarnita, medio sorda, belén esteban y cía, de sus favoritos.
Desde mi piso aguanto gritos familiares, tuberías correr, muelles chirriar, muebles flotar, flemas crujir... sonidos varios de cine barato.
Desde mi piso, cuento cuatro tiendas de chinos comestibles 24 horas, dos de los que antiguamente eran todo a 100, ahora tolo a eulo. También tengo cerca como siete locutorios. Y por supuesto un mercadona.
Desde mi piso dejo de respirar un par de veces al día.
Desde mi piso puedo contaminarme bien si me asomo mucho.
Desde mi piso lloro a veces, pero la mayoría río.
Desde mi piso detesto el mundo, a la vez que lo adoro.

Desde mi piso ahora me despido, mañana cojo un avión, espero volver, no hay más remedio.
Desde mi piso os mando un beso, y un cerrado por semi vacaciones.

Salud y vida.

Sonreír desde donde sea.

lunes, 8 de agosto de 2011

Me lo distes todo Mari Carmen


Estaba de pie, en el último borde de la esquina del balcón.
No era un suicida, ni un penitente flagelado, era más bien un vago. Un trocito de papel que se dejaba llevar por el aire. Ahora más que nunca era incertidumbre y juicio mental.
Creyó que sería mejor pensarlo una vez más y de paso apurar el culo de la botella de vino, que estaba de puta madre y era lo último bueno que le quedaba en aquella casa bastarda, mejor llevárselo con él.

Se sentó entonces en el suelo del balcón y de nuevo insistió en la decadencia de su vida, en su savia parasitaria. La había cagado bien, y ahora tenía que largarse de allí cuando antes. Recomenzar, empezar de cero en otro punto, -de cero, joder, y es que la palabra ya le desmotivaba. Sabía que iba a ser un coñazo, primero huir, reunir para subsistencia, buscar un sitio alejado donde avivar sus cenizas. A él que no le gustaban nada los cambios. De ahí la opción de tirarse, morir era más raso. Once pisos. Sonrió pensando que sería la hostia irse de este mundo cayendo sobre el cochazo de algún cabrón sacabarriga. Pero sabía, no tendría esa suerte.

Y luego estaba ella, que no sabía nada, de viaje, - pensó -de viaje, yo a punto de morir y la muy zorra de viaje.- Tampoco iba a llamarla para decirle: -Oye que me tiro, que se me fue de las manos. Que es una pena que no estés aquí para echarte un polvo de despedida, pero hasta eso se me ha puesto en contra. Que te vaya bien chata. Que te cuides.-  Él era un egoísta reconocido, pero era mejor no joderle el viaje. De todas maneras ella tampoco podía hacer nada, y eso era lo que más importaba, soluciones.
Ella más que otra cosa, estaba buena, excitante, perversa, viciosa, se empalmaba cada vez que la veía o la pensaba. Eran caviar sobre sábanas. Como pareja eran una basura . No se querían demasiado, ni compartían vidas, pero siempre se apetecían a la vez. Se intuían, sin llegar a necesitarse. Así que estaban, y era bastante .
Volvió al meollo del problema. Lo peor es que él y sólo él era el culpable de haber convertido su vida en un agujero negro hambriento que cada vez tragaba más y más de él. Pero no se sentía triste ni asustado. Se sentía cansado, perezoso por cualquier cosa, menos por saltar.
Recordó una vez más como empezó la espiral.
----------------------------Sucedió en una sala de espera, en una maldita consulta médica . Todo empezó esperando, básicamente a lo que había dedicado su vida. Así conoció a aquel tipo, dos hombres entre revistas de corazón.
Echar la culpa del problema a un dibujo era algo patético, pero no para él, centraba su ira contra aquel maldito tatuaje y su leyenda. La fuerte curiosidad hacia aquella  frase sobre unos brazos exageradamente hinchados por el ciclo,
 “ Me lo distes todo Mari Carmen”, se leía sobre aquel trozo de carne.
En ese momento pensó en quien coño sería esa Mari Carmen que lo daba todo. Él que siempre había creído que era imposible que una mujer pudiese darlo todo.
En cualquier otra situación, aquellas letras le hubieran importado bien poco, pero el aburrimiento consiguió que su espera se centrara en aquellas 6 palabras, sintió esa necesidad incontrolable del porque. Encontró una misión durante esa espera interminable: entablar conversación con aquel Songo ku mega fusionado. Necesitaba saber más sobre aquel tatuaje. Logró conocer la historia de Mari Carmen resultó ser un fiasco: ella era el amor de su vida, y ese fue su regalo por el décimo aniversario.
 Por las pintas de Songo ku imaginaba que el amor hacia Mari Carmen no era de película. Seguramente Mari Carmen era engañada cada poco con otras mujeres. Juzgar, siempre se le dio bien.
Sin embargo compensó su chasco saliendo de aquella consulta con un nuevo trabajo. MelodistestodoMariCarmen trabajaba para una "gran empresa", una buena familia. Trabajar para la mafia no era la "idea madre" cuando salió de la escuela de arte dramático hacía ya 10 años. Pero como actor no despuntó demasiado, lo mismo que nada o aire vacío. Entre opciones alternativas de trabajo esclavo - sueldo miseria - jefe cabrón, lo que ofreció MelodistestodoMariCarmen no estaba del todo mal y se convirtió en su padrino, su maestro a lo Cosa Nostra. Hasta le cogió cariño. Todo iba viento en popa. Trabajaba un par de veces al mes, fiestas privadas, cocaína en bandeja... Y dinero, mucho. 
Los primeros trabajos eran sencillos, luego la cosa se le complicó hasta un punto insostenible, ilógico, absurdo, no supo manejar sus nervios y encontrar sangre fría.
 También ayudó bastante que se follara a Mari Carmen. Esa fue la última gota. Y no, Mari Carmen no lo daba todo. Pero no pudo controlar la incertidumbre, por si acaso.
Condenado de traición, las salidas ahora se cerraban ante una mafia que controlaba todas las puertas. Esos hijos de puta no entendían de errores, mucho menos de perdón.
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Y ahora tirado en el balcón, repasando esos últimos días, empezó a reírse como un espectro atado a la locura. Una risa incomprensible, abstracta como la noche. La risa de un cabrón ahíto de mugre.
-Sí, quizá tirarse es la mejor opción. Quizá no.-  Se acababa el tiempo. 
Volvió a subirse al borde, y miró entre los dedos de sus pies descalzos el enorme abismo, que dibujaba una gran vía, luces, movimiento constante,  puntos de personitas. Identificó un coche, paró en la puerta de su edificio. Bajaron cuatro hombres mega fusionados. Songo ku acompañado de Picolo, Vegeta y otro más. El destino iba cerrándose sobre la primera opción. Rojo era rojo, y sabía de sobra que era un puto Mercedes, de la mejor gama por supuesto. 

-Perfecto. Dos pájaros de un tiro. En el infierno cabrones, tendrá que ser en el infierno.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Ayer no es hoy



Calla si es para decir después
Niega las palabras cínicas y castas
Centra monosílabos escasos
Silénciame antes de decir basta
Escupe ahora la última gota de rabia,
Comprime palabras y deja libre
espacio para sosiego y calma.

Y eliges acabar con un zorra de impotencia
Y yo decido un cabrón de cortesía
Y es que siempre fuimos compensación



 y
No, no eres un suicida.
No, no soy una sumisa.

Sí, si fuiste un cobarde.
Sí, si fui una imprudente.

Nosotros somos nadie.
Ellos son la gente.

Ella es mentira.
Él es pasado.

No queda mucho que decir
Los oídos han cerrado

Ya no estas
Ya no soy
Éramos no existió.

lunes, 1 de agosto de 2011

Zorra


Ella caminaba por la calle, sin aparente rumbo, entró en un parque para pasear por el césped moribundo, adornado por flores jeringuillas y hojas metal de lata.
Susurraba una canción de Nirvana cuando la vio. Era una mujer de unos 60 años, estaba agachada, como escondida detrás de un trozo de madera que en su día fue un banco.
- Señora ¿Está bien?
- Sí, sí, vete, largo de aquí.
- Vale.
- A ¿qué te vas??... ¡qué vergüenza!
- Señora acaba de decir que me vaya.
- Eso mismo, como te digo que te vayas, te vas, tú ya quedas libre de conciencia, ¿verdad? ya es problema mío, sea cual sea, lo mismo me quieren matar, o robar, o cualquier cosa, pero como te he dicho que te vayas, pues te vas, muy humano, anda que vaya moral....
- Señora la moral es un invento de la sociedad para intentar manejarnos. Pero venga, replay,  ¿puedo hacer algo por usted?
- Pues claro que no puedes idiota, ¿es que crees que necesito ayuda?
- Pues no lo sé, pero lo que sí sé es que es el momento perfecto para mandarla a la mierda.
- Mal educada.
- Ha empezado usted. Adiós.
- Egoísta, ala ala, venga que seguramente tienes muchas cosas que hacer, acostarte con hombres y fumar esas cosas raras de ahora. Venga corre a tomar pastillas y aspirar rayas, así tenéis todos los jóvenes el cerebro, lleno de basura, que no tenéis ni sensatez ni sentido de ayudar al prójimo, ni nada.
- No sé yo quien es la que va fumada. Señora no me toque más las narices, si quiere algo dígalo ya o cállese, porque tengo que ir a drogarme, dentro de poco van a dar las 12.00 del mediodía y es la hora del tripi, ya sabe, tareas de la juventud.
- Qué cosas más raras dices.  No, no puedes hacer nada por mí, simplemente pisé una caca de algún perro asqueroso e intentaba quitármela disimuladamente, hasta que viniste a molestar.
- Me gustaba más la opción de que alguien quisiera matarla.