miércoles, 5 de septiembre de 2012

Eres lo que yo quiera


He venido para ti. Para amarte, para odiarte. 
Para creerte dueño mío, mientras soy yo tu reina. 

Aunque tú duermes, yo siempre estoy despierta. Tu sueño se funde con el mío, 
y tu virilidad se convierte en una masa vulnerable entre mis escamas, mis piernas.
Y cuando más me quieres, cuando más me necesitas, llega justo el momento de morderte. Fusionándonos en un mismo baile, en el que tú vuelas, yo repto.  
Y la sincronización existe.

Dices, mi veneno, es la paz de las sonrisas, aunque sabes que cualquier día, marcharé de tu sosiego, dejándote noqueado, como niño sin juego. Y aún así, morirías mil veces  para nacer de nuevo,  y conocerme en cada una de tus vidas, volviendo siempre yo, a fundir tu hierro.

Soy Cianuro, tienes razón. 
Y te disfruto como te sufro, cuando muerdo tu cuello, tus brazos, tu pecho... 
cuando recorro mi piel con tu pelo. Sabiendo mi boca a tu sangre. 
Mi cuerpo a tu cuerpo.

Pero nada, ya sabes, es imperecedero.
Lo efímero, es éter. Lo largo, un agujero.

Sí. Soy la Serpiente que destroza y reproduce pero todo lo compensa,
violentamente fuerte,
inmensa.

Soy eso que llamas Amor.  




Inspirado en un texto de Kramen, hace ya algún tiempo.