martes, 15 de mayo de 2012

Dad de comer al cordero, o el cordero os devorará




Imaginar que todo cambia de posición, sentido. Color.
Los caminos se evaporan, no hay señales que seguir. Lo rojo es amarillo, lo amarillo, gris. El cielo, en búsqueda y captura. Los árboles, palos de pegatinas. E igual que los caminos, las manos pierden las señales que las marcan. La música, se des-inventa.
Incluso el Señor del infierno sentiría pavor. Además no soportaría este calor.

Si todas las puestas de sol cambiaran del refulgente al opaco. El oxígeno por cenizas de baladre. Si el azúcar fuese granulado de asfalto. Si la sangre perdiera la sublimidad del rojo...

...Pero dicen que no pasará, lo dicen ellos, aquellos que rezan por todos los que no. Ellos, no sé bien quiénes son. Quizá tu madre, o la mía. Quizá el señor del estanco. O todo Paco que vive en cualquier calle. No sé. Mi abuela decía que mientras alguien rezase, todas las almas estarían salvadas. Pero yo tuve que dejar de creer en muchas cosas, para poder hacerlo en otras.
¿Y sabes eso de vivir en una caja de zapatos con gotele de los años 50? Por eso sé que aún alguien reza.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
Pero el cordero se comió la paz, y vomitó el pecado.

Es el desequilibrio del mundo. Como aquella película que veía de niña, El laberinto, en una escena de escaleras. Sin sentido, torcidas. Extrañas, sin fin...

-Disculpe, ¿Hemos llegado ya al Caos?
-No, es la siguiente parada.
-Entonces me da tiempo a otra canción.

Hablo de 35º grados de primavera. De paraguas sin pareja para salir a bailar. De un chihuahua degustando solomillo en plato. De niños comiendo mierdas de vaca en suelo. De manifestaciones no escuchadas. De corbatas que no ahogan.
De que donde acaba el interés, empieza la belleza. Por eso es que sólo veo deformidad, y en ella, no hay un ápice de hermosura.

Pero incluso cuando lleguemos al caos, sé que siempre quedarán las flores, y a ellas, nunca las escuché rezar.