jueves, 29 de septiembre de 2011

En mi extrarradio



Sé que estás 
en el extrarradio
de mi cuerpo,
siento que el aire que bebo
es tuyo,
lo sé,
afirmo el calor de tu ser

cuidando el mío desierto,
lo sé, 
aún no te has ido,
sigues caminando conmigo,
lo sé,
y no estoy loca ni cuerda,
sólo viva,
mientras te mantenga vivo,
lo sé,
y me vale por mil negaciones necias,
porque sé
que me hablas
narrando silente tu cuento,
y no,
no me conformo con eso,
pero te prefiero así
que al vacío negro,
así conmigo
en mi lucidez turbada,
porque es
el único sitio donde puedo
disfrazarte de colores
y envolverme contigo

entre lluvia y aura,
mientras me tocas el pelo,
sin que notes que lloro, 
porque esconde el temporal

mi malar mojado.
Y lo sé,
desaparecerás mil veces
pero volverás de nuevo,
porque te tengo aquí,
en mi recuerdo,
y es el mejor regalo
que tengo.



para L,  feliz cumpleaños.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Soldier


Craco había sido reclutado para la maldita guerra otra vez y estaba cabreado.
Craco no tenía nada qué añorar, pero no por eso deseaba luchar al frente para un puñado de nacionalistas ansiosos de territorio y poder infructuoso. Su sueño no era morir por los intereses trastornados de unos pocos, ni luchar por un estado que ni amaba ni consideraba suyo. Pero había jurado fidelidad a una bandera casi a punta de arma y no existía el "no" por respuesta.
Eran tiempos difíciles, tiempos en los que el mundo seguía luchando por su reparto a la par que se revolcaban como cerdos en el barro llorando hipócritas a sus soldados muertos.
A Craco no le gustaba la guerra. A Craco sólo le gustaban las mujeres y el whisky. Pero de  nuevo tenía la oportunidad de demostrar que no era cobarde renegado de su patria y recuperar el honor de una familia que lo repudiaba, que regresase vivo o muerto daba igual si en el camino lograba algo. Pero él no tenía pretensión de ser orgullo de nada ni nadie.
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Ahora se encontraba en territorio enemigo, él y un grupo de novicios habían sido enviados como infiltrados en una misión de reconocimiento, a modo de imberbes kamikazes. La ciudad en cuestión era un hervidero de enemigos que iban forjando en piel un odio a fuego,  hacia aquellos usurpadores extranjeros, a cada paso que la guerra avanzaba. La misión había sido un fiasco, regresarían a su campamento con las manos vacías.
Craco encontró un pequeño tugurio abierto para tomar unas copas antes de localizar a sus compañeros, debía rendir homenaje al que quizá fuese su último día. Era uno de esos locales frecuentados por indeseables que acaban convirtiéndose en un trozo más de la barra mugrienta, animales sin más olor que el del whisky barato.
Al poco Craco ya sentía explotar un volcán de saturación alcohólica en su boca, el dueño del antro le negó el acceso al baño, así que tuvo que salir fuera, el olor a pescado podrido del puerto inundó sus fosas nasales provocándole otro fuerte amago. Se apoyó sobre unas cajas y comenzó el mismo ritual que cerraba siempre sus verbenas. De repente escuchó unos pasos, se aproximaban botas militares. Craco vestía de civil y podría haber pasado perfectamente por un simple pescador borracho, pero la sensatez hizo que se ocultara tras las cajas. Eran tres, se detuvieron a su altura. Craco contuvo la respiración... Dos de ellos comenzaron a orinar, el líquido mojaba el suelo y se escurría tras las cajas escociendo las manos cortadas de Craco, estaba siendo meado por los enemigos antes de empezar la guerra, “mal asunto” pensó, pero lo peor estaba por llegar:
- ...esos cabrones van a sentir haber comenzado esta guerra, mañana su maldita nación quedará huérfana de hombres ja ja ja ja ja.
- Eso será si los juguetitos no fallan...
- No empieces con tus augurios pusilánimes. Nuestros científicos llevan años trabajando en ello, no fallarán, las últimas pruebas han sido más que favorables, un simple chisme de esos es capaz de volar varias casas. Lloverán vísceras y huesos, y por la noche lo celebraremos cenando soldaditos rojos a la brasa ja ja ja ja.
Cuando el sonido de las botas desapareció, Craco aún temblaba. El enemigo contaba con una nueva arma militar totalmente desconocida para su ejército grande pero arcaico, y parecía ser algo colosal. Era una información más que valiosa, era la información que salvaría a "su" patria de un final catastrófico y con la cual podría elevar alto su carrera militar. Esa información era un golpe de vida para lograr resistencia. Craco lo tuvo claro, se puso en pie y comenzó a correr, tanto que no paró durante horas...
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El suelo retumbó bajo los pies de Craco cuando escuchó el primer BOOOM, mientras desayunaba café y tostadas en un hostal a cientos de kilómetros.
La guerra había llegado a su fin. Y Craco más que un traidor, se sintió un héroe.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Nada



Y me di cuenta que llevaba los bolsillos vacíos.
Y sentí que me sangraban los pies.
Y ya no pude mirar porque también se habían llevado mis ojos.
Y me sentí semi desnuda en medio de una nada de personas.
Y noté que lo único que no me habían robado era el corazón,
que seguía latiendo necio.
Y quise gritar, pero ya me habían extirpado las palabras.
Y supe que de todas formas nadie me hubiera escuchado.
Y si sentí pena, desde luego fue por ellos.

martes, 13 de septiembre de 2011

Revival



El brote empieza en un espacio intermedio entre la irrealidad y lo etéreo. Puntos de líneas que parafrasean unas vidas abiertas por el mismo canal donde mana la sangre hirviendo como el sol a las 12 en campo abierto.
Esto arde sin quemar más de lo prohibido. Un nacimiento abierto al mar esperando encontrar aquella delicada esencia de ser uno dividido en dos sin llegar a estrangular la autonomía natural. Eso queremos, eso buscamos, eso que transforme manos, pieles, ovarios, mentes, huevos y todo lo demás en una pieza única, eso que premia a los que desean de verdad. A los vivos y paridos de la misma forma en distinta carne. No es cuestión de fraternidad sino de vicio delicioso, amor sin pacto. Libertad.
Una locura capaz de ser un maravilloso desastre infinito. Sin pisar las losas sueltas, porque el foso corrompido de esperanzas rotas y palabras muertas se encuentra tras ellas. Prohibido pisar - Desprendimiento.
El resultado de la ecuación está en no dejar de prosperar cada día, florecer y marchitar en la misma porción de segundo.
El miedo y la cobardía no son suficientes como para no dejarse llevar por esas palabras mudas que se escuchan sin necesidad de voz.
No existen las musas. Pero el ego está por encima de lo inventado. Y se alimenta de cualquier cosa que lo eleve alto. Tu musa, tu diosa, tu única y tu ficción. O simplemente un error que sumar al montón, una farsante pasajera. Cuestión de tiempo.
No esperes de mí. No voy a dar lo que no tengo. Soy una princesa muy zorra. Eres un cerdo muy encantador.
Mi talla es todo lo que pueda entrar en unas manos versadas. No necesitaremos más espacio que este.
Corre el aire. Corres tú. Corro yo. Corremos todos en espiral. Con o sin sentido, eso da igual. Circulamos y es lo que dilata el inventario de vivencias utópicas. Lo maravilloso.
Nada empieza antes de acabar. Pero al revés.
Somos burla y perfección. Somos los pintores de nuestros cuadros blancos.

Colorea

                -me.


                       -te.



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viernes, 9 de septiembre de 2011

Macule



La ballena Macule luchaba por llegar cerca de la isla que tanto veneraba,  pintaba el mar con una estela abstracta de un rojo tan feroz como bello, un inmenso arpón había atravesado su piel anticipando el fin su savia. Divisó a lo lejos la pequeña mancha de tierra que formaba aquel grandioso atolón. Y antes de llegar a la orilla cesó su baile laso y echando un último chorro de agua marina se dejó marchar.
El alma de Macule no tardó en cruzar el halo de la esfera terrestre, pronto se encontraría de nuevo con la Diosa Reencarnación...

- Querido Macule, de nuevo mueres, de nuevo naces. Dime, ¿Cuál forma deseas elegir en tu sexta y última vida?
- Un árbol alejado deseo ser.


Macule antes de ser árbol había sido escritor, empresario, águila, cantante y ballena. Podía parecer estúpido, al fin y al cabo un árbol poco más podía hacer que crecer e intentar violar al sol de vez en cuando. Pero Macule había vivido dentro y fuera del límite inventado en sus 6 vidas y estaba consumido de movimiento.
Había sufrido golpes, persecuciones, robos, desilusiones, muertes crueles, desengaños y mentiras. Macule había conocido de lejos el bien, pero había sido hermano de sangre del mal.
Y ahora sólo codiciaba un sosegado sueño, sin acción ni cometido, sin dolor ni beneficio, sin conflictos mentales. Macule únicamente quería contemplar estático, sin depender de nada más que de luz y agua.
Así el árbol Macule se dejó crecer, sabiéndose bello y tranquilo, siendo un perdido tronco alzado, agarrando fuerte sus raíces a la tierra, regalándose a ella, entregando sus matices a un mundo cabrón que no lo merecía. A un mundo tan decepcionante como hechicero. A un mundo capaz de prostituirse en cualquier esquina del universo, profanador de especie, tierra, mentes y manos. Cedió ante un mundo reventado y loco. Ante un mundo que ya nada podía darle más que la quietud que le debía.

Y así Macule inmóvil se dispuso a dormir perenne. Tan muerto y vivo como su mundo ciego, que tarde o temprano rompería su sueño.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Relativo





Juró que nunca más lo haría, nunca. Que jamás volvería a pisar sus principios, jamás.
Lo juró por sus cuatros hijos y por su madre muerta.
Sentenció mil veces aquel sitio, maldiciendo el día que lo pisó por primera vez y escupió en el nombre de aquellos cerdos manipuladores.
Prometió que por nada del mundo lo volvería a hacer, nunca, nunca más. Antes se cortaría una mano, o se sacaría un ojo, o se rociaría ácido en la piel.
Lo tenía claro, empezaría de cero. Borrón y cuenta nueva. Sería un hombre nuevo.
Por primera vez se sintió orgulloso de sí mismo por decir NO.

Pero lo gracioso es, que sólo hizo falta un pequeño sobre lleno para que olvidara todo lo anterior.

Y silencio.

 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Construcciones Prudencio, S.L.



Estaban los dos solos en el salón de una casa, pero él se empeñaba en decir que había alguien más. Ella empezaba a pensar que estaba perdiendo la cabeza ...

- ...Joder te digo que está ahí, a tu lado, lleva una gorra que pone Construcciones Prudencio S.L. y una camiseta blanca.

- ¿Construcciones Prudencio? Suena a chapucero. Venga para ya, me estas poniendo nerviosa con tus visiones paranoicas.
- Chapucero ¿por qué? ¿Acaso conoces a Prudencio para juzgar su manera de trabajar? Lo mismo es un profesional de la leche y tú estas echando por tierra su reputación.
- Probablemente Construcciones Prudencio sea otro producto de tu imaginación. Y no creo que el colega fantasma de la gorra se ofenda.
- Pues sí, se ha ofendido, dice que era la empresa de su padre, que murió por un accidente en un andamio.
- Seguramente no se puso el arnés ni el casco, luego no era tan profesional ¿Ves?
- Te equivocas tía, no los llevaba porque estaba a solo medio metro de altura.
- Coño, ¿y se mató?
- Sí, pero porque se atragantó comiéndose un bocadillo de calamares.
- Ah bueno, entonces sí. Pero de todas formas, andamio a parte. Estoy muy preocupada por ti, ves personas imaginarias y encima te hablan joder.
- Vamos a ver, yo te digo que aquí hay una persona, que se llama Hermenegildo y ...
- Ah ¿qué también se ha presentado? qué mal rollo... y menudo nombre...
- Pues claro que se ha presentado, cuando entró por la puerta. Deja de tocarle los huevos a Hermenegildo. Dice que eres una tía muy estúpida, ahh y que no le caes nada bien.
- Dile a tu colega imaginario que no me toque a mi las narices, porque al final...
- ¿Qué? ¿Le vas a pegar? Pero si ni siquiera eres capaz de verlo jajajaja
- Estás enfermo.
- Tú más.
- Al menos yo no veo individuos imaginarios, perturbado.
- Te equivocas amiga, yo te aseguro que aquí hay otra persona, lo sé porque le veo, le oigo y porque acaba de tocarme el hombro al pasar por mi lado para ir al aseo, y sin embargo tú niegas ver a nadie. Lo lógico es que sea yo quien piense que la loca eres tú.

Estaba dispuesta a dar su réplica cuando el sonido de una cisterna la paró en seco ...

Ella palidece. Él sonríe.

- Pe... pe... pero...
- No te preocupes, ahora mismo pido cita con el psiquiatra de mi madre, es excelente. Todo va a salir bien. ¡Hermenegildo tráele un vaso de agua a la chica, que se ha puesto lila!