Ayer di un paseo por los últimos espasmos de Agosto antes de morir, por un barrio tranquilo de casas bajas y cero edificios, esos barrios me gustan sin llegar a enamorarme, porque nunca me enamoro de nada similar a ladrillos, hormigón y composiciones materiales. Porque algo que me rodea no es algo que me rellene. Todo es necesidad superflua, la insuficiencia ahoga, y la cosa es respirar.
Sobre calles anchas las personas ancladas en años, retiradas del diario, aburridos pero no estresados, jubilados de barrio, juegan al parchís. Esta te la como, suena raro si lo dice una señora de 89 años, pero es gracioso, y yo paso por su lado y digo buenas noches, y sonrío y toda la mesa parchisera me saluda al unísono, porque son gente amable deseosa de conversación desconocida, y yo agradezco el brillo de sus dentaduras postizas bajo farola, pero un saludo no es una puerta abierta a nada. Sólo un día sociable y necesidad de sonreír.
Por la calle pasan pocos coches y los niños entre el desquicie y la asfixia juegan al escondite violando las últimas horas del día. Y viéndolos evoco mis recuerdos apartados sobre encuentros inesperados, no deseados.
Un cubo de agua amoniacosa se derrama sobre la acera, y mis pies se mojan, la mujer culpable del charco se disculpa y yo de nuevo sonrío porque en realidad no me importa. Mis pies también aguantan el NH3. No intencionado. Está usted perdonada. Y sigo caminando.
Un cubo de agua amoniacosa se derrama sobre la acera, y mis pies se mojan, la mujer culpable del charco se disculpa y yo de nuevo sonrío porque en realidad no me importa. Mis pies también aguantan el NH3. No intencionado. Está usted perdonada. Y sigo caminando.
Las rayas de la carretera están descoloridas, como cuando creí ver algo en el cielo y sólo era un avión. Abstractas como volver de nuevo y encontrarse todos los cajones fuera de su sitio. Y no entender. Como aquel día en el que el largo de la noche se convirtió en algo más que una juerga de desquite.
Así como las rayas del asfalto Agosto se absorbe a sí mismo. Como las quemas nocturnas de antaño. Agosto espira su pase. Agosto caduca. Como esos yogures milenarios bio noseque solos en un frigo, más amargos que su puta madre. Todos los tiempos acaban. Todos los días llegan. A veces no se saborean. Pero se intuyen cuando pasan y los miras paralizado pensado que otro se escapa. Los días mueren como las fichas de parchís fuera del seguro. Al final todo se reduce a un juego de colores. Rojo, azul, amarillo y verde. Pero yo necesito mezclar porque me gusta más el violeta y sobre todo el transparente.
Intuyo que volveré a salir del tablero, y no tiraré los dados, porque no creo en el azar. Otra vez cambiando normas y juego. Pero ya será en un Septiembre recién parido por un Agosto dilatado. Cuando pueda refrigerar el cerebro de nuevo.
Joder, qué buen post Imilce.
ResponderEliminarNostálgico.
ResponderEliminarYo tengo un sabor parecido de este mes.
Ainssss....
Abraaaaaaaazame Imilce... y yo te abrazo, si?
Buen finde, bella.
Y se lleva todo lo que no te deja mezclar los colores y revuelve cajones, eso siempre está bien.Ánimo con el nuevo mes y gracias por esa descripción tan de verano. Me quedo un rato largo con esa imagen.
ResponderEliminarExcelente entrada sobre el mes de los vientos en mi tierra. Muy bien logrado. Me fascinó leerte. Un abrazo.
ResponderEliminarEse cerebro ya parece bien refrigerado. Emocionante paseo tal como lo describes, y es que algo en apariencia tan sencillo como caminar y observar, si profundizamos en el entorno es una experiencia única. Entrada de buen rollo, llena de sonrisas y de los cuatro colores donde el azar no existe, en cuanto a las reglas olvídate de ellas y juega como a ti más te guste.
ResponderEliminarSaludos jugando al parchís desde el otro lado de la barra de un bar oscuro.
Aupa Imilce!!!
ResponderEliminarJoe, así visto no sé si quiero que llegue septiembre o quedarme en agosto...
Muy bien escrito!
Abrazos!!
Es cierto, todos los días llegan y un saludo no es una puerta,
ResponderEliminarGracias por compartir tu maravilloso paseo, Abrazo.
Me has dejado nostálgico Imilce.....
ResponderEliminarMe gusta ese paseo absorviendo los últimos coletazos del agosto!! Un mes que me encanta por muchas razones y que da paso a otro que me llena de sentimientos y ralladuras mentales! Pero para mí, igual de bonitos!
No dejes de dar esos paseos y no te olvides de contárnoslos! ;)
Un besazo!!
Pues para no haber refrigerado esto suena de puta madre, compartamos paseo :D
ResponderEliminarUn besito de agosto, aún.
Me encanto..
ResponderEliminardetalles! Se te ve tranquila...
ResponderEliminartodo caduca.....lo imperecedero no existe.....esperando meses que nos den colores nuevos, ya no me lo creo..
un besazo linda...(que me caes de puta madre!)
Muy bueno este post!
ResponderEliminarEspero que arreglaras aquello.. besos!
Qué mes tan opresivo. Hace bien en caer.
ResponderEliminarme ha gustado lo que has escrito y como lo has expresado.
ResponderEliminarUna follower mas
^^
Hola Imilce, estoy de acuerdo con Sweet y con Sucede. Me encanta tu entrada, linda!!
ResponderEliminarUn abrazo y que entre bien septiembre para poder preparar el cerebro cuando llegue el frío de lleno y lo congele :)
El entorno es lo que somos, nuestro inventario emocional y de experiencia. Como sea he disfrutado de tu paseo, tus reflexiones y tu decir. -Si no inoportuno- Me quedaré por aquí acompañando tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
www.hablaspalabras.blogspot.com
Me ha parecido muy bueno. Hasta he estado paseando a tu lado. No me has visto?.
ResponderEliminarSi nena, se termina agosto y con el muchas cosas, para mi es el fin del verano aunque no lo sea. Pero… todo tiene un fin… y cuando digo todo digo TODO ( YA ME ENTIENDES). Un bessito.
P.D.: hay novedades?
Lograras forjar un buen septiembre con un agosto tan candente y lleno de historias...
ResponderEliminarAsi que no te extrañes si cuando salgas a la calle, te dicen a jugar y cada dia se vuelve un tablero que explorar con pies ligeros.
Que maravilla de entrada.Un saludo que no es una puerta abierta a nada, solo necesidad de sentirse identidicado, reconocer y halagar.
ResponderEliminarImpresionante escuchar a una señora decir: "esta te la como". Je je. Saludos.
ResponderEliminarExcelente post, siempre me gusta esos dos lados que pones en tus textos, siempre les encuentro otra mirada y eso me gusta. Los cambios, el color y las transformaciones dentro del mismo cambio y el azar, me gusta esta entrada mucho sobre ese agosto que se va.... besos
ResponderEliminarMe ha emocionado mucho este relato, se nota que adoras Septiembre...yo también, es el mes en que nací, por eso esta entrada me ha cautivado!
ResponderEliminarUn saludo bella Imilce
L.G.A.