Si me hubieses llamado, sabrías que ya no tengo 7 vidas, sino -3. Y que le debo un gran favor al jefe del averno, por dejarme salir una y otra vez y no tener que picar salida.
Si me hubieses llamado, sabrías que en la pasada primavera cumplí los 24. Y que no tuve ni un solo recuerdo de ti como regalo.
Si me hubieses llamado, sabrías que mi corazón o pensamiento-corazón se volvió estéril. Y que aún no conseguí ubicar la felicidad individual en mi casa cartón piedra.
Si me hubieses llamado, sabrías que escribo, que escribo todas esas cosas que tú considerabas tiempo perdido. Que escribo y no repaso ni pretendo alcanzar nada más que el anonimato compartido con ojos que acompañan. Y te diría que pierdo el tiempo como me sale de la punta de los dedos y que no siempre se actúa para conseguir algo más que la nada.
Si me hubieses buscado, verías que mi pelo volvió a ser largo, igual que cuando nos marchamos de aquella estación de paja, que sólo montaba andenes, y no separaba más que dos vidas que nunca fueron una, ni dos, ni mil ochocientos noventa y cinco, ni ningún maldito número capaz de representar todo aquello que vivimos, y que al fin se dividió entre 0 y se multiplicó por el igual. Siendo el resultado una despedida más, en una estación más, entre dos canaletas de sangre que no han dejado de sangrar.
Y sé que me dirás que me llamaste y que aquel número ya no existía.
Y sé que me viniste a buscar y que en aquella casa ya no me encontraba.
Pero eres tú el que sabe que a mí nunca me podrías buscar de aquella forma. Y que en el fondo no querías encontrarme de verdad.
Pero lo que seguro sabes hacer, es regresar para pedir ahora que el tiempo se congele.
Que
el
tiempo
se
congele.
Pero déjame decir algo más...
Pasé el otoño con sus hojas melancólicas arrastradas por el viento y me dejé llevar con ellas. Pasé el invierno y heló el alrededor y yo petrifiqué con él mi cuerpo. Pero después llegó la primavera y temperó mi alma y con ella volvió despacio el aire y la luz, junto con el polen y las narices carmesíes. Y ahora me enganchó sin avisar el verano y sólo trajo sol.
Y sabrás compañero, que el sol todo lo derrite, incluso el tiempo.
Uhm, pues realmente me ha encantado. Es un buen texto, voy para atrás a ver qué más escribes.
ResponderEliminarBienvenido sea el verano entonces :P
ResponderEliminar¡¡Genial!! sencillamente, no sé si porque me siento identificada o qué, pero no podría decir nada más...¿para estropearlo?...siempre hay tiempo =P.
ResponderEliminarUn Beso... y Bendito sea el verano entonces...
Que bien escribes...!LA MADRE QUE TE PARIÓ!!!
ResponderEliminarel sol siempre termina por salir...!gracias a dios!
Y si te doy un beso? pues ahí llevas dos...!ala!
Ahhh Pero qué hermoso! Sencillamente es genial lo que escribiste! Que triste..pero qué genial...No sabes como me pegó u.u
ResponderEliminarYo quiero que me llegue el verano que ahora mismo ando en invierno :(
Saludos!
Que bueno tía!!!! Incluso me siento un poco identificado....por suerte tenemos el querido verano con su sol que lo cura todo!!! XD
ResponderEliminarUn besazo soleado!!! ;-)
En el fondo no querías encontrarme
ResponderEliminarsolo fugarte de mi conciencia
de mi sentir
de ti y de mi.
Blogsaludos
Pues sabes que… que él se lo perdió.
ResponderEliminarY que el sol te calentará, el otoño te hará sonreír con su colorido, llegara el invierno y te acurrucaras bajo una manta viendo la niebla apoderarse de la ciudad y con la primavera volverán las oscuras golondrinas….. y todo esto compartirás con muchos pares de ojos que disfrutan cada letra que te sale de la punta de tus dedos.
Ponte una tirita de TIEMPO que lo cura todo. Un bessito preciosa
Felicidades por la bofetada de minutos congelados que se derriten por el cálido paso del tiempo.
ResponderEliminarDe unos ojos con gafas que te acompañan.
Bien por ti y por ese sol que tanto te mereces. Aunque qué pasa si vivo mi invierno en pleno verano? Se congelará todo cuando llegue el invierno? Temo el cambio de estación pues creo que el sol solo sale para esos algunos que tienen la inmensa suerte de olvidar rápido.
ResponderEliminarSaludos orbitales desde el hispasat.
Wow! Que profundo relato!
ResponderEliminar"Si me hubieses llamado, sabrías que escribo..." "...Que escribo y no repaso ni pretendo alcanzar nada más que el anonimato compartido con ojos que acompañan. Y te diría que pierdo el tiempo como me sale de la punta de los dedos y que no siempre se actúa para conseguir algo más que la nada..."
Siento como si lo hubiese escrito yo!
"Pero eres tú el que sabe que a mí nunca me podrías buscar de aquella forma. Y que en el fondo no querías encontrarme de verdad."
La pura verdad...
Excelente, lograste sacarme de mis casillas!
¡Saludos!!
Muy bonito el texto, lastima que el tiempo no perdona, y a veces se toman decisiones que no siempre son acertadas, o sí.
ResponderEliminarMe encanta
así.
Él puede pedir que el tiempo se congele y que se descongele de nuevo para que todo brille de nuevo. Pero no entiende que mientras parecía congelado, bajo la superficie que se ve, había un calor que esperaba una señal para salir antes de la hibernación, porque aun guardaba recuerdos que se podían arreglar.
ResponderEliminarMientras la otra parte esperaba esa señal que nunca llegó, sí le llegó la primavera y salió de su hibernación sin ayuda. Eso es lo que más hace que cualquiera se pueda identificar con lo que has escrito, porque todos esperamos señales para descongelarnos y pocas veces llegan. Gracias por regalarnos este texto tan hermoso.
Un beso!!
Me ha gustado mucho. Yo soy de escribirle mucho al tiempo, cada cierto "tiempo" lo hago, bien para reprocharle algo que no me dá, o algo que no me devuelve, para agradecerle lo lento que pasa cuando estoy a gusto o para invitarlo a compartir un rato desagradable y así se pase pronto!!! Me gusta tu entrada, solo que yo la vivo al reves, el invierno es el que me trae a mi un sol necesario para calentarlo todo, mientras que en verano tanto sol me abruma... 1 besazo guapa
ResponderEliminarostias que bueno; me ha dejado tocado y hundido; en serio enorawena! saludos
ResponderEliminarUn relato genial, me ha gustado muchísimo. Tiene una fuerza tremenda. Te sigo, un abrazo enorme :)
ResponderEliminarYo comparto la opinión general, es un texto muy bueno. Y también la suya particular, de haber querido encontrarte lo habría hecho; hay pasos que conocemos tan a dedillo que incluso se pueden prever
ResponderEliminarMe ha gustado el relato, va ganando según vas leyendo. El último párrafo es precioso, también porque deja una puerta abierta a la esperanza.
ResponderEliminar"Lo que no nos mata nos hace más fuertes".
un abrazo.
El sol es un gran aliado. El sol, el sol, el sol, el sol es un buen amigo. Estas hermosas estaciones cuadraron sus paradas a la perfección. Te felicito por este bello texto.
ResponderEliminarUn abrazo Imilce.
Haz bien la cuenta, Imilce... quizá no sean tres, sino una ... Te lo digo yo, que sé que dos más dos son cinco ;) Besos.
ResponderEliminarAy si es que lo mío con los números... :)
ResponderEliminarBesos Chus
Cumpliste 24 y esperando que él se acordara de ti?, muchas felicidades nosotros si que nos acordamos de ti, aunque con retraso pero mas vale tarde que nunca, a él... que lo derrita el sol.
ResponderEliminarque disfrutes el finde.
un abrazo.
Pasate por mi blog que hay un regalito para vos!!! :)
ResponderEliminar¡Saludos!!!
Que alguien traiga un congelador.
ResponderEliminarVoy encendiendo la hoguera. Que ya me estoy demorando demasiado.
Un abrazo sunshine.
Elma.
Sí si demoras, al final se pasa el verano ;p
ResponderEliminarUn beso comadrita jejeje
uf, me mató.
ResponderEliminarUf Uf
Muy bueno, abrazo.
Yo he perdido la cuenta de las vidas que me quedan, el señor del Averno es muy bueno conmigo, creo que me estoy volviendo uno de ellos! ;)
ResponderEliminarLo que escribes es pura terapia! No se si para ti, pero para los demás, entre los que me incluyo a pesar de mi carcoma, goze poético y literario aparte.
El tiempo se puede congelar, lo que pasa es que no podemos darle al "Pause" en el momento que queremos, quizás sin querer nos congelamos, nos quedamos cubito de hielo durante años, pero el tiempo hace maravillas cual cirujano privado (que remedio). A ver si el buen tiempo ayuda y nos da unos buenos días soleados terapéuticos, jobar que pesado estoy con la terapia!
Saludos.
Alexandre en serio, de pesado nada. Me encantan tus análisis.
ResponderEliminarYo tengo épocas de ser un cubito de hielo, no por fuera, pero sí por dentro, que es lo que más destroza. Y no se puede pulsar pause, pero a veces me siento pausada. Como dices, no decidimos los momentos para que la vida quede en stop, cuando nos dé la gana, una pena eso de que no exista la máquina del tiempo.
Para mí, sinceramente, es la única terapia que tengo, o más bien la que de verdad me hace.
El tiempo será benévolo tarde o temprano, o eso espero ¿no? qué remedio.
Otro beso
Este texto es excelente, realmente bueno quisiera tomar tus palabras para decirselo a alguien que ahora tengo en mi mente, son contundentes y poderosas justo a la cara, Muy buen post excelente entrada besos
ResponderEliminarYa te seguía pero para no perderme ninguna de tus entradas te pongo en mi blogroll :)