lunes, 9 de mayo de 2011

Lophophora williamsi: Peyote. La Droga sagrada




- Cuéntame cómo puedo hacerlo. Dime más.
- Es una movida tremenda Mario y no es fácil. Se trata de algo que rebasa límites entre lo real y lo irreal. ¿Entiendes?    
- Sí joder, ¿Cómo se contacta con ella? 
- No es sencillo, además no acepta a cualquiera, antes de hacer la "Esencia" tiene que aprobar a las personas que van a participar en ella.  Siempre en grupos reducidos de cuatro o cinco, decide si son válidos. Según dicen, ve dentro de ti, ¿Comprendes? Esa mujer  mira a través de los ojos.  Luego hace un ritual extraño con el que realiza la preparación de limpieza y pureza de cuerpo y alma, lo prepara todo para la experiencia… después está la droga. Lophophora williamsi. 
Peyote. 
- Sí, utiliza el peyote entre otras sustancias. Una vez lo dispone todo, se ingiere el peyote y el brebaje, después se marcha. Pero te digo, si quieres probarlo yo tengo un amigo que lo puede conseguir. No sé a qué viene tanta obsesión con ese tema de la "Esencia".  Además, no es una droga normal, no son porros ni  cocaína. No sé si estás preparado para algo así. No deberías pasar ciertos límites.
- Mirella cómo decirte, no se trata de probar una droga más, ni de curiosidad, es algo distinto, necesito hacerlo, va más allá de cualquier vicio.  Si tú no quieres, no lo hagas, pero respétame. Antiolo y Samanta quieren participar también... 
- Estáis todos locos. Pero... prefiero arrepentirme de lo que hice, que de lo que no. Voy.
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Como luz, el fuego, cada poco las llamas iluminaban los surcos de una cara duramente arrugada, quebrada por el tiempo. Sus ojos fijos eran de un azul descolorido por el uso de más de 70 años, sus manos torcidas y atrofiadas por las artrosis, atareaban algo.
Sentados en el suelo, en forma de círculo, cuatro jóvenes esperaban. La anciana esparcía hierbas y sales por el suelo. En el centro había una vasija grande de barro, que contenía tierra húmeda y huesos de animales. Les roció gotas de un líquido que apestaba a romero, carne podrida y azufre. Nacieron las primeras náuseas.
Empezó a preparar la mixtura. La bebió. Tornó los ojos y levantó los brazos. Empezó a recitar algo incomprensible para los presentes:
- Alahajio Alahajio surum tomlaja Alahajio estoram tossa gasurtha, Alahajio Diholo Alahajio. Vhan Diholo Vhan. 
De súbito el silencio, sólo los chasquidos de las llamas lo rompían cada poco. Cada vello, cada partícula de piel de aquellas cuatro personas se elevaba intentando salir de sus cuerpos. Pero ya era tarde, la "Esencia" comenzaba.
Encorvándose sobre cada uno, les dio algo que debían masticar y al momento el brebaje para beber. Sintieron un sabor exageradamente amargo, después el líquido afinó levemente el agrio de sus bocas. Ella desapareció al poco.
Los vómitos salieron de bocas como almas asustadas en busca de cobijo. La vasija de barro comenzaba a llenarse.
Poco a poco fueron sumergiéndose en el mar de sus miedos y verdades, navegando cada uno en sus barcas sobre un abismo de recuerdos y sentimientos. La caseta de madera donde estaban era entonces una infinita galaxia. Sentían flotar. A distinto ritmo y modo, cada uno iba encontrándose con puertos diferentes donde iban haciendo breves paradas. Encuentros con ancestros del pasado, errores olvidados, mentiras ocultadas bajo mantos de sonrisas...
Un padre muerto abrazaba de nuevo a su hija, un gato atropellado maullaba a su antiguo dueño, un billete enorme perseguía a su presa, ojos horrorizados contemplaban una escena de violación... Unos corrían despavoridos por la estancia, otros lloraban, otros reían. Vómitos de nuevo. Vasija casi repleta. Silencio. El mal iba saliendo despacio por sus bocas. Iban bien.

Poco a poco fueron volviendo en sí de sus viajes. Se escuchaban palabras sin sentido.  Se contemplaban y eran bellos, infinitamente bellos, no había defectos de fábrica. Sus rostros se transformaban en seres divinos, casi blancos. Se tocaban, sintiendo manos ajenas. Nació un extraño calor. Las ropas, un enorme estorbo, eran tactos de pieles-nubes, eran algodón. Suaves, calientes, idos de sí. Dejándose llevar por el "delirium" de la droga sagrada. El fuego se transformó en cascada roja donde se bañaban desnudos, rozándose, hombre o mujer, necesitando contacto. Se abrazaban, se besaban, se chupaban, se sabían dulces. Sobre la cascada de fuego comenzó un gran desenfreno de carne, etéreo y sobrehumano.

Tres de ellos despertaron después de largas horas, los cuerpos eran pesados, costaba una barbaridad moverlos. Todo les dolía. Desnudos o semidesnudos se observaban. Sonrisas y algunas lágrimas. Regresaban del viaje. Como todos los regresos, nostalgia y alegría a la par.
Pero ella no despertaba. "¿Estás bien? ¡Despierta! Mirella ¿Te encuentras bien?" Abrió los ojos y desconcertada les respondió:
- Sí, me encuentro bien, pero no me llamo Mirella. Yo soy Jacinto.

Confundidos se miraron "¿Jacinto? Pues bienvenido".

"Si que era fuerte. Sí."

22 comentarios:

  1. Sublime relato. Me trasportas a una realidad diferente.
    Un beso

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  2. Qué genial, casi me dan ganas de hacerme una limpieza de esas a mi :P
    un saludoo

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  3. la madre que te parió, si yo supiera escribir así...con lo que tengo en la cabeza

    estás enlazada en mi blog destroy...a ver que me cuentas..

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  4. Aquí, dispuesta y con muchas ganas de leer el anterior y el presente post. Empiezo a leer ahora.

    Un beso querida Emilce y gracias por venir a comentar.

    Andri

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  5. Hola, gracias por pasarte por mi blog, puedes pasarte cuando quieras. El mini bar está al fondo. Viajes psicotrópicos al fondo de la mente, buen tema para escribir, y bien escrito, todo sea dicho de paso.

    Saludos.

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  6. Has conseguido que mi mente se metiera de lleno en ese ritual, y no consigo que vuelva espero que mi “esencia” no sea igual que la de Mirella. Me gusta tu imaginación, volveré. Un abrazo

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  7. Ostias yo quiero de esa mierdaaaaa

    saludos!!

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  8. Escribes muy muy bien!
    es genial tu relato!
    saludos!

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  9. jajajajaja Esa mierda mejor no probarla!!

    Saludos a todos!

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  10. Nos has regalado todo rincón de aquel ritual, con un final tan inesperado como sublime, algo que resalta en cada palabra suya. Esa droga sería como huir de este mundo con nosotros a cuestas. Magnífico relato, dan ganas de leerlo una y otra vez…

    Un gran abrazo.

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  11. ¡Qué manera de relatar!, las imágenes nítidas como el sonido fiel. Me gustaron las palabras que dijo la anciana. A propósito, a mi mente vienen palabras que escribo que ni yo las entiendo, pueden venir sin razón aparente para mí, pueden venir antes de que escriba algo, antes de desear algo......Y sí que fue inesperado el final.

    Un abrazo mi querida Imilce.

    Andri

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  12. Huir del mundo o que el mundo marchará sin nosotros...

    Las palabras de la anciana no tienen significado ni sentido, pequeño "idioma" inventado para este relato. Y como dices a veces ni las palabras en el nuestro propio se entienden.

    ¿El final? ... Escribí todo el texto y no tenía final, era blanco y el otro día tomando unas cañas oí de lejos: ¿Pero que dices? si yo me llamo Jacinto.

    Y ¡pum! ya tenía final. jajajajaja

    Varios besos.

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  13. Estás despierta Imilce, a veces me sucede igual, el universo tiene su lenguaje y nosotros, como parte de él, escuchamos sus mensajes, sus señales. Y pum, la creación.

    Un abrazo fuerte.

    Andri

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  14. Imilce ,un relato buenísimo ,me dejaste con ganas de más.Gracias por tus palabras en mi laberinto aunque ahora me encuentre ausente del blog.
    Besos.

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  15. ¿Cómo que las palabras de la vieja no tienen sentido? En su mundo seguro que sí...

    Gran relato, pero eso ya lo sabemos...¿verdad?

    Un abrazo, sunshine. Perdón por el retraso.

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  16. Pd: ¿Me recomiendas? Eso eres tu que me ves con buenos ojos, Ilmice. Jajajaja.

    Un abrazo.

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  17. La duda ofende, por supuesto que te recomiendo, en parte gracias a ti nació esto. Y para mi eres muy buena (digas lo que digas modesta Elma) jeje

    Muchos abrazos amiga

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  18. Vaya risas que me he echado aquí leyendolo.
    Es lo más divertido que he leido en mucho tiempo. Me alegro mucho de haber descubierto tu Blog, ya me he puesto a seguirlo. Gracias.

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  19. Decía que me alegro mucho de haber encontrado este Blog, me he reido un rato con el final de este relato. Te felicito por tu Blog.
    Gracias.

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  20. Soy de lo más torpe con esto del Blog.
    Un abrazo!!

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no siempre contesto, pero estoy.


hastadondelleguenmismanos@gmail.com