jueves, 5 de mayo de 2011

Sólo vencidos




Tiene calor, mucho, el sol no ha sido benevolente en la mañana donde se forjarán nuevos destinos.
Mira hacia delante, dos monstruos inmensos se dibujan entre colinas. Frente a frente. Él debe dirigir los movimientos de uno. Aún no es el momento. No. Miles de hombres esperan, guerreros henchidos de rabia, adiestrados. Soldados capaces, valientes, seres forjados de hierro y carne. La mayoría no conoce otra vida que la guerra. Solamente han tenido ese derecho. Preparados ahora para el ataque o la defensa, según la juguetona suerte. 
Él, rey ambicioso, gran general, cabeza dirigente de miles de manos ejecutoras. No siente miedo, pero por primera vez repasa su larga vida. Erguido con porte firme y apariencia serena conoce que ha cometido injusticias y vilezas, sabe sin saberlo que quizá sólo sea su trastornada pretensión de ser el único dueño del mundo, lo que les lleva a todos a esa eterna lucha. De repente duda  si es necesario arriesgar tantas vidas para intentar conseguir un anhelado y codicioso sueño. Sí, se dice, lo es, las grandes causas sólo se consiguen con enormes sacrificios. Desde luego no el suyo propio.
Dibuja mentalmente los rostros de sus cuatro hijos varones.
También piensa en su esposa reciente fallecida, matrimonio basado en la unión de alianzas, mujer fría, distante, parca en palabras. Nunca la había amado, alguna vez le sintió cariño.
Piensa en su otra "Ella", sierva, después amante. Siempre a las sombras de una gran reina. Hembra discreta y talentosa,  perfecta en medidas, suave en textura,  hermosura única. 
Sabía entregarse a él con sentimiento puro. Innecesarios fueron oro y palabras con esa mujer. Amor por amor, cuerpo por cuerpo, alma por alma. 
 Recordó la noche donde se amaron quizá, por última vez. La penetró hasta las entrañas haciéndole sentir y saber que era sólo suya, convirtiendo placer y deseo en unión perfecta,  círculo cerrado. Ella gritaba muda, después complaciente chupó su sexo despacio,  llegando a la desesperación de su sentir en su cumbre más alta, hasta cubrir su cuerpo desnudo de nieve blanca. Ella no sentía deshonra por ello, le gustaba hacerle disfrutar por encima de todo. 
Inevitablemente sintió su miembro crecer. Sonrió adentro, su sexo no sabía distinguir entre momentos, aquel no era propicio. Cambió de pensamientos.
Pensó de nuevo en la cercana batalla, sabe que la tierra donde pisan pronto brillará por sangre y vísceras derramadas,  color cruel y bello al mismo son. Brillará. Después los buitres colmaran sus entrañas.
Siente que ganará la batalla, será rey de reyes, regresará a su tierra aclamado por todos, las gentes darán saltos de júbilo, el sonido de las risas ocultará el eco de los llantos, nadie podrá oírlos. No es fácil caminar por el desfiladero del Hades, todos no podrán salir de él.
También pueden ser vencidos, pero ese pensamiento no tiene cabida en su mente.
Vibra su cuerpo, el suelo tiembla.
Se acerca el momento, no hay tiempo de más, se ajusta el yelmo. Inspira férreo. Por último siente picor en la cabeza. Sonríe de nuevo. 
- Soldados ¡Combatir y vencer!  ¡Sólo victoria!- Aúlla.- ¡Qué la suerte nos acompañe o volveremos a vernos en el averno! -  Y bajando su brazo confirma sus palabras. Las cornetas apoyan su orden. Gargantas braman al unísono:
- ¡Combatir y vencer! ¡Victoria! ¡Victoria! ¡Por el Rey!

Miles de pies caminan hacía una encarnizada lucha. Unos pocos se mueven por lealtad a la patria, los mercenarios por oro.  Pero muchos no saben que es lo que les ha llevado a caminar hacia ese averno que su rey les grita. La mayoría de ellos obligados a alistarse en filas no tuvieron elección posible, arrancados de sus hijos, mujeres, hermanos, padres... Sin tiempo a disfrutar de sus vidas,  cambiaron existencias tranquilas por una posible muerte y causa.  
Pero ahora sobran los motivos.

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Y todos cayeron muertos en esa mañana de destinos, dos ejércitos mutuamente derrotados bajo el manto del sol como único testigo, sólo él quedó vivo. Solo en un mar de muertos que ya no podrían aclamarle nunca.

La ambición de pocos siempre dictará el destino de muchos.
 NADIE ganó ni ganará NUNCA  ninguna guerra. Pasadas, presentes, futuras.
Ninguna batalla tiene ganadores. Sólo vencidos.
Pero es difícil saber cuando los mortales se darán cuenta de esto.

Mientras tanto los buitres seguirán disfrutando .

15 comentarios:

  1. Me resulta encantadora su escritura, lo envuelve a uno en su lectura, sabias palabras para los días que nos tocan vivir, despreciables con la creencia de ser los dueños del mundo, insufribles que nos invitan a las puertas de sus nuevos cielos, ni siquiera el amor los puede salvar, esperaremos que el espíritu mute a una nueva generación, por el momento esquivemos sus balas.

    Un abrazo.

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  2. Creo que es evidente que me gustan los buitres.

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  3. HOLA , ME ENCANTA TU ESTILO =)TE SIGOOO <3<3

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  4. Es un relato muy bueno. Sexo y muerte en el sinsentido de la guerra. Erección regia pero...
    es la excitación de la muerte la que hincha sus venas o es solo sexo-amor?

    Por otra parte, creo que la humanidad ha evolucionado, no lo suficiente es evidente, y si que se ha dado cuenta de que las guerras son mierda y que no traen nada bueno, solo destrucción. Lo que nos falta por aprender es como librarnos de esos manipuladores, politicuelos, reyezuelos y dictadorzuelos de tres al cuarto, que se alimentan del miedo y la sangre de sus pueblos.

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  5. Jamás se darán cuenta, por eso seguirán habiendo vencidos y buitres que disfruten del espectáculo.

    Un abrazo sunshine.

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  6. los guerreros no dudan..mueren.

    y en las guerras no hay vencedores solo vencidos.

    tú has contado el relato, y yo le he puesto imaginación..montamos una productora?

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  7. los buitres son los jefes...

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  8. Ninguna batalla tiene ganadores solo vencidos. Y a los vencidos se los comen los buitres. Ojala, los buitres se comieran antes todos los intereses que mueven las guerras. Así nunca habría guerreros ni vencidos. Un abrazo
    Vi la puerta abierta y entre, creo que me quedare por aquí. Me gusta como lo cuentas

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  9. Hey, me gusto tu blog, acabo de leer la entrada esta, y me gusto, aunque hay algunas palabras que no ubico mucho, pero las buscare para comprender mejor el texto.
    Bueno como me ha gusto tu blog, lo seguiré, me llamo la atención el titulo,creo que todos tenemos esos pensamientos y personalidades también.
    Nos estamos comunicando pronto, un beso adiós ^^

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  10. Barón Sottoflato de Buillón: A mi también me envuelve tu escritura. El amor no tiene cabida en los corazones podridos. Saludos cordiales Barón.

    El hombre de Alabama: Como te dije la cosa va de buitres.

    Alas al Viento: Se agradece, gracias por dejarte caer. Salud !!

    Elma Tambre: Sobran las palabras amiga. Besos damisela.

    Lou: jajaja
    Sólo vencidos, engañados. Acaban todos en el mismo suelo. Produzcamos palabras. Un abrazo guapa.

    jordim: Los putos amos.

    MEN: La pena es que sólo comen carne cruda. Esa es la pena.
    No me gusta cerrar la puertas, es una manía tonta. Adelante. Saludos!

    Dayan Schlömith: Hay palabras que a veces no saben lo que dicen, están locas. En este caso no sé exactamente a cuales te refieres, pero toda oídos. Nos comunicamos sí. Saludos!!

    Nuevo Ícaro: Discrepo algo en eso de la evolución, ahora se vive con más comodidad y sobrevivir ya no es una lucha contra el hambre. Pero somos lo mismo que hace 1000 años. Tampoco es necesario una batalla con sangre para vivir en guerra. Pero como bien dice mientras tengamos cabezas dirigentes y manos dispuestas a ejecutar...

    Buen fin de semana.
    Abrazos.

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  11. Como todos los relatos que escribes es absolutamente genial.
    Un besazo

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  12. Volveré, sunshine. Gracias por todo.

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  13. Gracias DarkSoul, y arriba, ya sabes. Besos guapa!!

    Anónimo. Ya sé que volverás. Cuanto antes mejor.
    Un abrazo.

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  14. Hola guapísima, ayer no pude, porque no me encontraba bien, pero hoy le entré con ganas, me dio un bajón de ánimo y no leí, pero bueno ya estoy. Mejor dejar las tonteridas de lado, no?

    Y cierto es que no hay ganadores, pero la sensación de victoria la hay, aunque la verdad es la que planteas al final y la que he puesto al principio de este parrafito. Lo que más me gusta de tus realtos es que una vez una se sube al carro de la lectura, se lee de un tirón, eso es adorable para mí como lectora.

    Un abrazo inmenso Imilce.

    Ahora a por el otro post, el más reciente.

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no siempre contesto, pero estoy.


hastadondelleguenmismanos@gmail.com