Por la posición solar debían
ser las 12,00 AM hora terrícola, cuando AgRQu1nc3 pisó el Planeta Tierra. Su
temperatura se transmutó en 2 segundos, sonrió, había practicado mucho tiempo en
la cápsula emuladora de oxígeno para conseguirlo, de hecho, había perdido más del 30% de sus órbitas
oculares, era realmente desagradable cada vez que le explotaba un ojo. Quizá la
parte más dura de la preparación. Pero sin aquel aprendizaje,
su estructura celular no hubiera podido aguantar más de 5 segundos al
contacto con los gases y el calor. Mierda de clima terrenal.
Estaba
nervioso, pero firme, habían sido 1.800.390 actiarios, en dialecto terrícola,
18 años, elaborando la conquista de Los
Veintinueve Universos. Era el último planeta por someter. Su cometido esta vez
era el más importarte, tras el primer paso de reconocimiento, daría la orden, y
miles de naves del tamaño del Mar Rojo sucumbirían el Planeta Tierra.
Todo estaba previsto para el postre final.
Pero
tras la emoción de un sueño casi patente, advirtió algo anómalo. Según sus
cálculos, debía encontrarse en Berlín, capital, sino recordaba mal, de
Alemania. Pero era imposible, pues tan sólo acertaba a ver, restos de lo que
los humanos llamaban edificios, escombro, acero y huesos. Quizá había desatinado el punto de aterrizaje. Se sintió ridículo por unos
segundos. Así que montó a la nave de nuevo, limpió sus extremidades de apoyo de
una pegajosa bilis, que por el color ennegrecido, debía ser de Ángela Merkel y
puso rumbo hacía el siguiente punto, New York. Pero la visión volvió a
repetirse. Después en Tokio, Madrid, Caracas, donde tuvo un desafortunado
episodio con un trozo de oreja, que por lo puntiagudo de su terminación debía
ser de Hugo Chávez. Más tarde Bagdad, Londres, París, Nada.
Desolados grises. Incomprensible. Él y los suyos reinaban ahora Los Veintinueve
Universos. Nadie podía haberles adelantado.
Pero
en su desconcierto, atisbó un halo de luz, había estudiado mucho sobre los
entes terrícolas. Seres extraños, de falso coraje y desmesurada violencia.
Estúpidos en doctrina. Animales reinados por animales, alimentados de sus
propias carnes. Reproductores de copias por placer. Copias que más tarde destruirían
las copias anteriores, y así, sucesivamente, todo muy loco.
En
realidad, nunca una guerra fue tan fácil. Ni tan ridícula.
Imilce, siempre inovando, qué original eres jodida. "Sólo una raza tan necia como la humana es capaz de destruirse a sí misma"...no puedes tener más razón.
ResponderEliminarclap, clap, clap!
ResponderEliminarmuy bueno imilce.
¿Un macabro homenaje a Bradbury?
ResponderEliminarDa mucho que pensar.
Es increíble que nunca terminemos de "terminar" y que todavía persistamos en este mundo hecho pomada. Me sorprenden los "colonialistas", que pueden querer "conolizar" de odas estas ruinas? Un abrazo.
ResponderEliminarNo tienen que venir por que ya esta aqui ;) jajajajaj
ResponderEliminarOvación y vuelta al ruedo.
ResponderEliminarMuy bueno lo tuyo eh?
Si pudieras mantener el mismo nivel de calidad durante muchas hojas podrías vivir de ello.
Besos.
Que mierda de mundo, ¿verdad?
ResponderEliminar"Sólo una raza tan necia como la humana es capaz de destruirse a sí misma"...estas palabras habría que pintarselas en forma de código de barras en la frente de un 94% de los terrícolas ("seres extraños, de falso coraje y desmesurada violencia").
ResponderEliminarSiempre eres grande Imilce. Disfruto leyéndote, palabra!!
Me ha gustado mucho tu "Game Over".
Muchas gracias.
Muxu bat! Un beso!
Imilce, eres grande.
ResponderEliminarHas hecho en un breve texto la mejor descripción de la estupidez humana, capaz de destruirse así misma, ya no sólo por la convicción de que otros vendrían a acabar con la especie, que también sería una opción, sino porque somos tan orgullosos que preferiríamos auto destruirnos a ser dominados (que seria una visión de tus letras)...
Lo que me hace pensar por otro lado, hasta ahí nos llega el ridículo y la poca capacidad de reacción que tenemos de no darnos cuenta que ya nos dejamos dominar por nuestros "iguales", pero eso,no queremos verlo y miramos a otro lado, lo toleramos, y lo que es peor les votamos.
Y a nosotros son los que nos llaman la especie dominante? la inteligente?
Por otro lado tu entrada me dejó otra visión, tú siempre me haces pensar con tus letras... no será que estos extraterrestres que vienen dispuestos a dominar la tierra no los tenemos ya entre nosotros.. porque a mi me da que todos aquellos que se sientan en la silla del poder de repente son algo marcianos, y ya no miran por nadie más que por ellos, con bonitas palabras destruyen todo lo que tocan...
Hmmm... no sé...
Besitos mediterráneos.
Que putada haberse perdido el Apocalipsis, con los justos ardiendo en sus templos, los políticos cagándose en los pantalones, los maderos aplastados bajo el pánico de la plebe, el ejercito hirviendo en sopa de Napalm, los famosos ahogándose en silicona, los de Gran Hermano despachurrados bajo los escombros del plató... ¡Frustrante sin duda! Besos invasora espacial.
ResponderEliminarMe ha parecido muy gracioso lo de la bilis. Je je.
ResponderEliminarUn buen texto, sin duda.
Saludos,
Jajajajaja, tremendo...
ResponderEliminartienes que escribir más así, tía. Es genial.
:)
Jajaja, acabo de llegar de granada y me encuentro esto, me ha encantado, como siempre, para variar... lo de lo jodido de la reconstruccion ocular, ya te digo yo que es asi y lo de la raza humana... por supuesto.
ResponderEliminarAunque como moraleja nos puede quedar. Nunca lograras conquistar un planeta donde resida un humano, porque hasta el ultimo de ellos sería capaz de reventarlo nuclearmente antes que otro se quedase con el jajaja.
Si ya lo decía Plauto hace más de 2400 años... "El hombre es un lobo para el hombre".
ResponderEliminarMe hizo gracia el imaginarme los ojitos del extraterrestre haciendo "pluf!", como parte del adiestramiento de acondicionamiento a nuestra atmósfera jejeje
Un abrazo!
Tus textos son muy densos para mí, lo cual no es malo, simplemente encuentro poco que comentar y no quiero decir una estupidez. Me gusta como escribes y me ha gustado el texto.
ResponderEliminarUn saludo, Imilce!
Cuanto más tendremos que esperar para que la raza humana se de cuenta de sus errores y recapacite.
ResponderEliminarMuy bien descrito. Impacta cómo describes a los seres humanos.
Hace poco vi una película en el ordenador "El Planeta Libre". Seres con una conciencia más avanzada que iban a la Tierra para ayudar y veían lo -todavía -atrasados que estaban sus mentes. Una película preciosa que hace recapacitar.
un abrazo Imilce.
Precisamente hoy hablando de lo del "fin del mundo" que dicen los Mayas, decía yo que será el fin de algo como lo conocemos, pero que en este planeta no hay quien tenga lo que hay que tener para levantarse, arrastrar y hacerlo, que tendrá que venir de fuera y que ojalá sea en plan pacífico, que ya queda poco... y vas y escribes esto!!!
ResponderEliminarTe FELICITO.
Más verdades no se pueden decir ni hacer tanta justicia.
Abrazos
(eso si, lo del ojo debe ser sumamente desagradable...)
Y tanto... mira que lo pense al comenzar tu historia... "Quien querría conquistar esta mierda de planeta" jajaja.
ResponderEliminarEs cierto que a veces la realizad supera la ficcion, creo que ya vinieron a someternos pero marcharon espantados al ver todo esto y no creo que vuelvan más.
Genial
Besos almendrados ;)
Hola amiga.
ResponderEliminarDisculpa que deje tanto tiempo sin visitas tu casa, que merece todas las que le hago y más. Sí que te has preparado un universo propio con sus términos y sus situaciones imaginarias, si. Buen trabajo, el final se lo podríamos haber contado, con el trabajo que le costó a tu personaje prepararse. Aunque qué podemos decir, nosotros llevamos mucho también preparando nuestro final y sin darnos cuenta aparente de ello. La frase que más me ha gustado es la de reproductores de copias por placer. Será esa la base de todo, copias que reproducen los fallos anteriores y que no dejan posibilidad al cambio positivo, o negativo, qué más da. La determinación biologicista, siempre nos ha perseguido y como suele pasar el efecto de la profecía cumplida, no es una falacia.
Por cierto ¿ qué pasará ahora con tu personaje? el título vale para todos los que aparecen en el relato, pero nosotros sí que hemos terminado del todo.
Un abrazo
pocas descripciones la ruina tan exactas como esta, hay que joderse.
ResponderEliminarUn beso.
suscribo todas tus reflexiones y no quiero añadir nada más porque creo que lo has abarcado todo.
ResponderEliminarSaludoss!!
Tremendamente realista, tremendamente bueno! ;)
ResponderEliminarUn beso!
Lo mío no es echarle flores a nadie, basicamente, y basicamente, lo confieso, gracias a leer tu relato volveré a releer a Stapledon. A ese modo de excitar el hambre se le llama genialidad. No hay más que decir.
ResponderEliminarP.d.: Mantengo un juego con una colega de blog y de idearios. Probablemente me mandes a la mierda pero me ofrezco a jugar también contigo a idear textos encadenados sobre un mismo tema originado por uno de ambos. No se funden las mentes, sólo las palabras.
Imilce, busqué y rebusqué en tu perfil y tu blog una dirección de correo adonde poder escribirte, pero a medias torpe y a medias demediado me cuesta encontrar los pomos de las puertas. Lo mismo da. El juego del que te hablo lo juego con sublimidad (http://plumalabial2.blogspot.com.es/?zx=429ef96d439a17ad) y se titula "El juego". Uno de nosotros empezó una historia a su manera en su blog, y el otro escribió entonces otro capítulo continuándolo en el suyo, y así, ordenadamente y a lo loco (pero no tanto) se le va dando forma a una misma esquina vista desde dos ángulos. No hay reglas ni sistema. Tan sólo dinámica. Pensamos los dos en invitar a alguien más para continuarlo. No sé si querrás hacerlo, pero tras leer este post tuyo estoy convencido que se debería continuar la historia que tú comenzaste. Podemos hablar de ello por correo. Ya me dirás.
ResponderEliminarUn saludo grande, hermana.
Enstein dijo: "Sólo conozco dos cosas que son infinitas: el Universo, y la imbecilidad humana. Y de la primera no estoy muy seguro". Cuando te pones realista no hay quien te gane. Somos tan "listos" que nos destruiremos solos. Un texto genial amiga. Un bessito
ResponderEliminarComencé el juego con tu "Game over", Imi. Extrañamente sub y yo lo iniciamos con el título de "El juego". Tu fin de juego da de sí un inicio totalmente inseperado.
ResponderEliminar¿Viste?
Un beso.