martes, 7 de febrero de 2012
Viagra y bolsillos
Temprano suena el despertador de Sabena. Trabaja en un almacén de lechugas. Le gusta llegar con tiempo para fumar un cigarrillo en la puerta antes de entrar a luchar con los tallos herbáceos. Sabena sabe que el tabaco es una mierda, pero el humo de cada calada la hace descentrarse de su periferia negra. Hace poco leyó en una revista que cada cigarro resta 30 segundos de vida, sonrió irónica pensando que el trabajo le roba 14 horas diarias y nadie lo llama cáncer.
Sabena navega entre los escombros de una mala vida, pero tiene humanidad, cultura y alma, vive en un barrio intermedio entre clase la baja y la muy baja, aunque al igual que sus vecinos, pronto será expropiada para dejar paso al proyecto millonario "Ciudad Empresarial", el alcalde de su ciudad es muy profesional, sabe limpiar mierda y convertirla en oro. Colchones llenos y manos negras, como todas las bocas que cada día se quedarán sin techo y cama.
En el extrarradio de su barrio ya han desaparecido algunos edificios viejos, en su lugar lucen inmensidades con fachadas espejo que emulan un cielo cada vez menos azul. Construcciones que sacian el ego de los "hombres de bien", compensando sus diminutos miembros y dudosas intenciones. Violencia doméstica sobre tarima flotante. Adicción en cristal de Bohemia.
Por las mañanas al pasar por el nuevo área empresarial, Sabena espera varios minutos en un semáforo que con su rojo le grita "TÚ NO PUEDES PASAR", mientras cientos de hombres y mujeres trajeados, cruzan rápidos para sentar sus fibrados culos en sus despachos de cristal. Suelen centrar sus miradas arrogantes en su destartalado coche gris, Sabena aguanta cada una de ellas, e incluso a veces cree ver en sus ojos símbolos de máquinas traga-perras y en sus bocas blancas, colmillos afilados. Pero no les tiene miedo, sólo los desprecia. Como el animal débil odia al depredador más fuerte.
Hoy Sabena cumple 29 años y como siempre no recibirá ningún regalo. Pero no lo necesita. Hoy ha decidido que nada la hará esperar, ya se le hizo demasiado tarde. Hoy el escarlata del semáforo no será el único que inunde de rojo el nuevo área empresarial.
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Fuerte. Dejas al descubierto una triste realidad social que todos conocemos, pero pocos hacen por cambiarla.
ResponderEliminarUn beso
Bien por Sabena! Jajaja, yo quiero saber la segunda parte :P
ResponderEliminarMe gusta que vuelvas a tus mini relatos! Un besito!
mmm...
ResponderEliminarmorir matando?
no se. muchos de esos monstruos son parte del sistema también.
o somos.
No sé, era un coche muy viejo :p
Eliminareso es el primer pensamiento para salir en el telediario..viva la psicovida...
ResponderEliminarAl menos hoy nadie se fijara en el coche, solo en el barullo...
ResponderEliminarFelicidades para Sabena que deja de sufrir en vida.
Cuando esto se multiplique verás tú.
ResponderEliminarCada vez hay más Sabenas.
ResponderEliminarA dónde vamos?
Guauu ;) me encanta!!
ResponderEliminarLorena
Y si, el mundo cada vez más se convierte en una "humillación justificable", pero bien (y no tan bien) nos ha enseñado que las rodillas en el suelo del alma son una gota que orada la conciencia hasta romperla, hasta rayarla, hasta gritarla,,, y derretir semáforos y arterias en el absurdo "lógicamente" de nuestro camino.
ResponderEliminarExcelente texto, interesantísimo el título.
Buenisimo... un modo muy particular de celebrar un cumpleaños...
ResponderEliminarEn cuanto al resto, que puedo decir, demasiados culos fibrados y muy pocos cerebros.
Vivimos en una jungla de cristal cada vez más opaca que no nos permite ver ni el sol...pero eso si, podemos comprarlo, aunque no todos, claro está, solo los que andan por el parquet y ventanales acristalados...
Besitos mediterráneos.
Me gusta eso de que trabaje en un almacén de tortugas y le preocupe tanto el tiempo y no llegar tarde...xD
ResponderEliminarPonte el cinturón :)
Sabena, espera, que se tiren ellos y su vida de esclavismo.
ResponderEliminarEpaaaaaaaaaaaaa... a mi tambien me entran muchas ganas de acelerar en zona de corbatas.
ResponderEliminarTexto genial, no me canso de leerte y releerte... tienes chispa, magnifica.
Besos almendrados ;)
Relato muy bien logrado, continua?
ResponderEliminarUn abrazo
Pasan cosas feas, que hay que cambiar ya.
ResponderEliminarMuy fuerte el cuento...
Saludos
Realmente hay gente muy desesperada para hacer algo asi. Es una lastima. Buen relato,aunque una miaja fuertecito, no?. Un bessito flor
ResponderEliminarMuchos coches grises y destartalados por este mundo, solo habría que organizarlos bien, sería la ostia... Sabena no está sola esperando en el semáforo, despreciando esta mierda de mundo. Besos.
ResponderEliminarLa teoría general de sistemas, qué gran verdad. Sabena se saltó algún mecanismo de control, así que lo mandará todo al garete. Has descrito pero que muy bien el elemento transgresor que provocará el caos final. Si los que cruzan la calle, hubieran leído esa descripción, quién sabe en qué se hubieran convertido.
ResponderEliminarComo siempre, muy buena la reflexión que nos haces tener y muy bien conseguido.
Un abrazo.