Hemos aprendido que los suicidas de verdad no existen porque están muertos.
Hemos aprendido que no hay un maldito lugar en el mundo donde estemos seguros, si nuestra cabeza está despierta.
A sintetizar los miedos, a dormir con las luces ahogadas. A saber que el único tesoro merecedor de búsqueda se encuentra bajo las sábanas.
Hemos aprendido educación para perderla. En general lo maravillo de arrinconar lo que interesa según el guión de la película nuestra.
A que no seremos más versados que nadie del pasado porque todo está inventado, y vinimos al mundo con la cama hecha.
A sentir amor y ocultarlo. A abrir los ojos cuando besamos.
Hemos aprendido a ganar amigos, pero sobretodo a perderlos.
A pelear por lo que nunca será nuestro más de un tiempo determinado, y aún así lucharlo como si fuera la última causa de nuestro mundo. A encontrar el pañuelo que se le cayó a la musa del séptimo cielo, y esconderlo para que no lo exponga ningún museo.
Hemos aprendido a controlar el yonquímetro de nuestra debilidad. A pausar la respiración.
A conocer las leyes para condenarlas a cadena perpetua. A cagarnos en la puta, porque suena bien aunque ella no tenga la culpa.
Hemos aprendido a abrir las piernas para recibir todo lo que nunca cabrá en un cielo, por muy azul que sea. Por muy grande que parezca.
A que quizá no sepamos lo que somos, pero sí lo que no.
He aprendido a callarme cuando tengo que hablar, y a hablar cuando nadie escucha. Y en la contradicción me conozco mejor que cualquier psicoanalista a 80 pavos por criterio.
A desnudarme sin quitarme la ropa. A despellejar todas las capas del mundo cuando falta aire en el búnker. A fusilar la nada. A reír y punto.
He aprendido a leerte primero y entenderte después. A saberte sin conocerte. A agradecer tus comentarios. A responderte sin escribir. A ti que no te conozco he aprendido a conocerte, volviendo de nuevo al mar de las letras, que en realidad más que bipolares, son humanas, vivas, menos muertas que mañana.
Hemos aprendido tantas cosas, que ya estamos preparados para olvidarlas de nuevo.